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Se sentía eufórica, la vitalidad y la fuerza que en ese momento alberga su ser la recorría como un choque eléctrico. Sus acompañantes la miraban con incertidumbre, dudaban sobre si dejarla hacer lo que estaba planeando u obligarla a descansar en lo que este conflicto terminaba.
-No me iré a ningún lado que no sea el campo.
-Mi señora, entiéndanos un poco, hasta hace unas pocas horas usted estaba agonizando y la imagen que usted daba es algo que no quisiera recordar.
Los observó con duda, ¿Tan malo había sido?.
-¿Qué fue lo que me pasó? ¿En realidad fue muy malo?.
-Fue peor, más de lo que me gustaría admitir, si no fuera por...
El rosado pauso con incomodidad, de repente había olvidado el cómo articular palabras, le daba nerviosismo la reacción de Maki.
-Vamos termina, ¿Qué fue lo que pasó? ¿De quien estas hablando Yuji Ma?.
-Mi señora yo...
Un brazo interrumpió la frase nerviosa de Yuji y lo apartó hacia atrás, era Megumi quien con disimulo le quería dar a entender a su amigo que no se preocupara, que él se encargaría de esto a partir de ahora.
-Maki-san, fue Itachi Uchiha quien calmó su estado de trance y gracias a él pudo despertar más temprano de lo que esperábamos.
-¿Qué?.
La incredulidad se posó en la cara de la peli-verde, ¿De verdad Uchiha le había ayudado? ¿Cuál era el truco? ¿Había truco?.
-Supongo que fue simple amabilidad, ¿Cierto?.
Silencio.
-¿Cierto?.
Nobara se unió a la conversación, bajando un poco su expresión tratando de verse calmada, pero los nervios estaban a flor de piel.
-Maki-senpai, él pidió algo a cambio.
-¿Qué querría él ya estando muerto?.
-No es algo para él, Maki-senpai.
-Sin rodeos Nobara, se me esta acabando la paciencia.
La castaña dio una leve y rápida mirada a sus amigos, ellos le asintieron en señal de aprobación, transmitiendo la seguridad ya que su señora jamás se le ocurriría algo para dañarlos o herirlos, sabían que Maki comprendería.
-El pidió que por favor cuide de Sasuke Uchiha, dijo que por favor no se rinda con él.
Una vez más hubo un silencio sepulcral, Maki miraba a la nada, como si procesar la información fuera algo difícil. Luego se empezó a reír.
-¡ja, ja, ja, ja, ja, ja!
-¿Maki-senpai?.
La risa aun se escuchaba con animosidad, luego pasó a ser una risa torcida y desesperada, no era como si le hubieran contado un chiste, era más bien inexplicable.
