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Ya caída la noche se podía respirar la tranquilidad de ensueño, los grillos y animales nocturnos estaban en su mero apogeo. La villa de la hoja ahora respiraba nada más que tranquilidad desde que la guerra acabó. Bueno en realidad la tranquilidad como tal es relativa, nada más para Sasuke. Después de ser inquilino durante unas semanas en el clan Ma, su rutina no pasaba de ser visitado por su amigos, Maki y la señora Suyen.
Maki dijo que era momento de salir de su habitación e integrarse con los demás, tal y como había hecho Karin Uzumaki, quien ahora tenía un lazo completamente serio con Satoru Ma. Y ahí estaba en este nuevo campo de batalla llamado "cena". La mesa estaba integrada con Maki en el asiento del mando, su madre a la derecha, él a la izquierda, Tora justo al lado de su esposa, Satoru formaba el otro extremo con Karin a su lado, para su incomodidad Yuji Ma se encontraba con él a su lado, otros como Nanami, Nobara y Megumi estaba dispersos y para su mala suerte tenía a Naoya Ma enfrente.
Suyen le mandaba miradas de apoyo, mientras que su esposo lo miraba con gran seriedad, no más bien lo miraba con ojos de cuchillo, Yuji y Naoya eran el menor de sus problemas en ese momento.
-Y bien, ¿Qué tal sus días?
Satoru con tal de ponerle las cosas más fáciles al Uchiha trato de aligerar un poco la situación.
-Rollito de carne, ¿Algo que decir?
-Empecé el día con papeleo y hoy visite los nuevos centros educativos del distrito.
-¿Y tu Suyen-san?
-Oh, hoy visite a Sasuke-kun y amablemente me ayudó con el invernadero del complejo, luego fui con Tora a comprar rollos de canela para después de la cena.
-¿Y tu Nanami?
-Hmm, nada relevante.
El comedor se volvió a hundir en un silencio sepulcral y en otro intento de reanimar la situación esta vez se dirigió con Sasuke.
-Dime Sasuke-kun, ¿Cómo te has sentido en el complejo?
-Hmp, estoy bien gracias.
-Deberías visitarnos a Karin y a mi de vez en cuando, tal vez podamos ayudarte a integrarte mejor.
-Gracias, es muy amable de su parte.
-...
-...
-...
Maki por otro lado miro a todos con ojos escépticos, suspiro con pesadez y dejó los cubiertos en el plato. Esto iba más allá de la presencia del pelinegro, esto más bien era una cuestión de egos, Sasuke era orgulloso por naturaleza, no iba a intentar cambiar eso, de hecho le gustaba ese lado; mientras su padre aún estaba luchando internamente por no poner a prueba el honor del Uchiha; Naoya por otro lado era huraño al respecto, quería pelear con Sasuke y eso era palpable.
