02.

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chapter two // what a long day

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chapter two // what a long day













     Coriolanus no pudo dormir la noche anterior. Se había duchado nuevamente, pero ni el agua caliente le pudo inducir el sueño. No que descansara como un bebé de todos modos. Tenía muchos demonios en su cabeza como para no dormir con un ojo abierto. Esa madrugada, sin embargo, tuvo de protagonista al recuerdo de su madre. La calidez de sus brazos, el tarareo de su voz empalagosa y la mirada de dos turmalinas marrones que no podía sacarse de la memoria.

     Celestia Whitefield solo llegó para empeorarlo. No habría pensado en ella como una réplica barata de su madre hasta la mención de su abuela. Y aunque le parecía sacrílego comparar un gato con un tigre, tenía que admitir que el parecido era sorprendente. Y, quizás por eso, Coriolanus sentía el suelo temblar debajo de él. ¿Sería su karma? ¿Quería alguien en los cielos poner en evidencia el monstruo que era?

     De Constance Snow apenas se hablaba. Siempre se traía a la mesa las grandes hazañas de Crassus, pero nunca de la mujer que lo acompañó en todo el proceso, así lo hubiera amado o no. El ex decano Highbottom se había atevido a hablar de ella como una mujer «sosa». Qué descaro. Coriolanus no se arrepentía de habérsela cobrado caro. Soso le dejó el cuerpo, luego de inducir en él su método favorito de combate: veneno. No sólo físico, sino desde sus palabras. Envenenar mentes era hasta más efectivo. Pero solo un gran manipulador podía hacerlo sin ser atrapado. No todas las polillas iban directo a la llama.

𝐋𝐀𝐒 𝟒 𝐂𝐄𝐒 | Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora