The Forever IMPERFECTS [#2]

|E X T R A #1|

Extra #1: La llamada que lo cambió todo.

Este es el primer extra del que les hablé. Nos ubica un año después del capítulo 29, sabremos que paso durante aquel viaje de graduación que se mencionó durante el epílogo.

K A R A

—¡Este será un viaje inolvidable! —exclamó Max, gritando para ser escuchado por encima de la música de bienvenida y las distintas conversaciones a nuestro alrededor.

Su declaración fue celebrada y aplaudida por la mayoría de los chicos esperando a ser registrados en la enorme sala de convenciones del hotel en el que nos hospedaríamos durante toda aquella semana.

—Literalmente, una semana en el paraíso —añadió Dan, sonriéndonos ampliamente mientras hacía una pequeña danza de felicidad, moviendo los hombros y las caderas.

Reí, golpeando juguetonamente su brazo para hacer que se detuviera.

—Playa, sol, fiestas hasta el amanecer y acceso ilimitado a bebidas, además de la comida. Sí, definitivamente, después de los tres años de mierda que hemos vivido, suena como el maldito paraíso —afirmé, tomando mi valija y arrastrándola hasta el mostrador donde nos registrarían.

A decir verdad, aquel había sido un año realmente monótono, sin nuevas personas, nuevos dramas o nuevas tragedias en nuestras vidas. Un año realmente insípido desde la partida de Alexandra de mi vida.

Al principio, luego de haberme parcialmente recuperado del dolor que mi ruptura con Alexandra me provocó, decidí enfocarme al ciento por ciento en la escuela, lo único que realmente había encontrado importante en el momento para sumergir mis pensamientos.

Durante mi último año de preparatoria había logrado subir tanto mis pésimas notas que estuve a tan solo décimas de graduarme como uno de los mejores promedios de la clase. Por un momento, durante mi último año, consideré volver a unirme al equipo de debate, pero luego de recordar todos los momentos que pasé con Alexandra dentro de aquel club, decidí no hacerlo al sentir todavía un poco de culpa y tristeza por el cómo nuestra relación había terminado.

Así que, evitando pensar en ella, me sumergí por completo en mis estudios, esforzándome por subir mis notas y logrando ser aceptada en la universidad en la que había puesto mi atención durante el inicio del año escolar, misma universidad que se encontraba a ocho horas en carretera de mi ciudad natal, y a veinte horas de la universidad Clermont.

Sumergida en mis estudios y en mi nueva vida «post-Alexandra», a penas y tenía suficiente tiempo para pensar en la chica que había sido mi primer amor. Pero, cuando su recuerdo volvía a mi mente por momentos fugaces, solía preguntarme cosas cómo: ¿Qué se encontraría haciendo? ¿La vida seguiría tratándola bien? E incluso ¿Habría conocido a alguien más?

Si ella tan solo no hubiese bloqueado mi contacto, además de rehusarse a hablar conmigo mediante cualquier medio, quizá habría podido responder esas preguntas con su ayuda. Pero, luego de casi siete meses desde nuestra ruptura, su posición no había cambiado, obligándome a tener que conformarme con las migajas que nuestros amigos y su padre me ofrecían, respondiendo siempre lo mismo a mis distintas preguntas: «Ella está bien, Kara», «Lex se encuentra feliz con su nueva vida», «Alexandra va bien en sus estudios».

A pesar de presionarlos, Max y Dhalia se mantuvieron fieles a su idea de no querer arriesgarse a hablar de más respecto a Alexandra y a mí, dejando nuestra situación de lado cada vez que hablaban, sin revelarnos nada de la otra a ninguna de las dos. La única persona que lograba apiadarse de mí era Federico Addamiani, a quien había vuelto a tratar luego de un par de meses desde mi ruptura con su hija, pues al parecer y a pesar de haber terminado mi relación con Alexandra, él y mi madre habían logrado crear una conexión, convirtiéndose en una especie de mejores amigos.