𝑳𝒂 𝑪𝒉𝒊𝒄𝒂 𝑫𝒆𝒍 𝑫𝒆𝒎𝒐𝒏𝒊𝒐

Cap.57 "El dulce amor no correspondido"

Maratón 1/4

Aidan Gallagher

Ganas no faltaban de callar a aquel chillido molesto proviniente de aquella horrorosa bebé, ya habían pasado horas, había ordenado que cambiaran su pañal o que incluso me dieran comida pero sus chillidos aún continuaban.
Suerte era la que había, pues mi tío no se encontraba si no ya hubiese ordenado que la arrojarán por la torre más alta del castillo.

Lo peor de todo es que donde he ordenado que la dejaran es aún lado de mi habitación perturbando mi paz y tranquilidad, tanto fue mi estrés de seguirla escuchando que deje de atender mis deberes y me encamino a la habitación donde está aquel monstruoso ruido perturbante.
En la habitación se encontraban cuatro sirvientas que intentaban callarla de todas las maneras, dos traían comida, una juguetes y la otra pañales limpios pero el de la niña estaba totalmente limpio.

-.salgan de aquí, yo me haré cargo.- les ordenó sin mirar aún a la bebé

Estás sumisas bajan la mirada y salen lo más rápido que pueden de la habitación, dejándome a solas con el pequeño monstruo que perturba mi paz.

Me acerco a su cuna, con la simple intención de utilizar mi magia para mandarla al sueño, pero apenas me acerco la niña me observa fijamente y sus chillidos paran por unos segundos.

-.ya hacía falta para que te calles.- fruso el seño

Y cuando estoy apunto para darme la vuelta para irme, está vuelve a comenzar su llanto ahora más fuerte que anteriormente, estresando me aún más.

El pequeño monstruo, levantaba sus manos frente a mi, yo no lograba entender absolutamente nada, solo observaba que lloraba y no paraba de verme mientras levantaba sus pequeños brazos.

-.¿Que demonios quieres?.- pregunto como si está fuera capaz de responder

Aunque eso sería glorioso.

Comienza a moverse cada vez más y más hasta el punto de acabar con mi paciencia provocando que la cargue en mis brazos para que se calle.

Sabía que quería esto pero realmente yo lo detesto.

Inmediatamente está se calla y suelta una risa adorable que logra hacer que me sienta extraño, levanto una ceja confundido y vuelve a soltar otra risa.

-.pequeño monstruo, deja de reírte.- finjo molestia para volverla hacer reír

Esto era confortante, pero el momento agradable se acaba al recordar de quién es está bebé y con quién fue procreada.
La dejo en su cuna de golpe y coloco un chupete en su boca para luego salir de la habitación topandome con Laila, la cual me mira sonriente con un vestido azul marino que resalta sus pechos.

-.hola amor mío.- se acerco para saludarme con un beso en los labios

A diferencia de las anteriores veces esta vez no objete he incluso participe en este, ella me sonríe pero al ver la puerta detrás de mi su sonrisa se destruye y muestra enojo en su mirada.

-.otra vez viendo a ese estorbo, te dije que no me gusta que la veas Aidan.- se cruzó de brazos

Suelto una risa sarcástica.

-.¿Y quién dijo que me importa tu opinión?, Tengo que volverte a recordar que tú no eres nada para mí, más que un momento de diversión.- la miro con seriedad

Rápidamente está baja su mirada dolida pero no me importa en lo absoluto.

-.sabes muy bien tu posición así que deja de darme órdenes, ¿Entendido?.- la miro molesto

-.pero soy tu reina, solo tuya.- susurro lo último solo para nosotros

Vuelvo a soltar otra risa de burla.

-.¿Acaso te he dado el título o lo eres en mi vida?....jamás.- y me comienzo a alejar de ella

Lo último que escucho es un sollozo suyo el cual se trata de no escuchar pero no es muy buena en eso.

Eso ya es típico en Laila.

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Comenzamos este maratón :)

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©𝗔𝗿𝗹𝗲𝘁𝗵_𝗚𝗮𝗹𝗹𝗮𝗴𝗵𝗲𝗿