Capítulo 4: Autoconfianza

44 6 3
                                    

(A la mañana siguiente...)

Jhonny se había tomado su entrenamiento más en serio: antes de que su nuevo maestro se despertara, el joven aprendiz se había marchado de nuevo a los pilares de lava, para volver a reflexionar sobre su decisión:

"Vale, quizá había sido un don nadie en el pasado, pero ahora soy diferente" pensó, "Y eso también va de forma literal: soy un dragón y debo enfocarme en regresar exitoso con mis amigos; no puedo fallarles"

Estando en posición de meditación, pudo sentir poco a poco que el lugar empezaba sentirse cliente: podía percibir claramente el calor de la lava burbujear debajo de él.

"Es bastante cómodo..." se dijo mientras respiraba.

La lava comenzaba a brotar y empezaba a formar columnas pequeñas de al menos medio metro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La lava comenzaba a brotar y empezaba a formar columnas pequeñas de al menos medio metro. Al mismo tiempo, el cuerpo del joven aprendiz brillaba cubierto con una pequeña aura roja escarlata.

"Eres un torpe..."

Esa frase se repitió de nuevo en su cabeza, haciéndole perder la concentración y haciendo que las columnas de lava salieran volando como una pequeña erupción. Decepcionado, bajó la cabeza mientras que se miraba la pata de dragón, creyendo por un minuto ver su antigua mano humana.

"Parece que vas progresando" le dijo Cyrus, quien estaba en el otro extremo.

Jhonny se levantó y voló hacia él, aún cabizbajo.

"El día ha cambiado, pero yo me siento igual... soy un torpe, no creo poder hacerlo..." le dijo.

"¿Por qué sigues pensando en eso?" preguntó el maestro, "¿Qué hay de tu deseo de ser héroe?"

Suspirando, el discípulo respondió:

"Toda mi vida humana estaba llena de tareas, y muchos esperaban cosas provechosas de mi... Esperaban que fuera un hombre prospero, pero, cometía errores que me hacían el torpe, que se convertían en burlas y destrozaban mi confianza... un hombre si confianza no puede realizar su trabajo correctamente por miedo al fracaso. Ahora, esos sentimientos me continúan persiguiendo cuando trato de mejorar, incluso si soy dragón: ¿Cómo puedo ser una elección para guardián?"

"Si no lo fueras, Ignitus no hubiera confiado en ti" respondió Cyrus, "Todos cometemos errores, pero no por eso debemos tirar todo por la borda"

"¿Y si la vida de un ser querido está en una decisión de la que no puedo equivocarme?"

"Tú sabrás que hacer en aquel momento. Ahora vamos a continuar tu entrenamiento"

Primero, volvió al tema de las rocas rodantes; para lo cual el joven dragón no solo había mejorado sus reflejos, sino su capacidad para percibir el calor de sus objetivos: podía percibir una onda de calor que se aproximaba a él, sumado con el sonido rocoso, conseguía esquivar e incluso montarse sobre cada roca.

"Vas progresando" le dijo Cyrus, "El sexto sentido está creciendo más y más en ti"

"¿Sexto sentido?"

"La intuición, joven dragón. La lucidez que el corazón conoce y la mente ignora. En un guerrero o héroe, es el poder de la comprensión intuitiva la que te protegerá de cualquier daño hasta el fin de tus días"

El segundo entrenamiento fue un poco más complicado: se trataba de saltar un río de lava hacia el otro extremo y aferrarse con sus garras a una pared rocosa en el otro extremo. Luego, subir sin usar las alas excepto en el caso de caer.

"Puedo hacerlo..." se repetía una y otra vez Jhonny mientras escalaba. Más de una vez, una roca se rompía por presionarla demasiado con sus garras.

"No tengas miedo" le gritó Cyrus, "Si no te relajas, ejercerás demasiada presión en tu cuerpo. Mantén el equilibrio: puedes tener miedo, pero puedes enfrentarlo"

"¡Sí! ¡Gracias maestro!"

Cuando finalmente llegó a la cima, se encontró al viejo Cyrus esperándolo, quien le tendió la mano al exhausto aprendiz.

"Creo que te vendría bien un descanso" le dijo.

"No se preocupe, puedo con esto" respondió el joven (a pesar de que los rastros de tierra y algunos rasguños evidenciaban lo opuesto), "Solo dígame el siguiente ejercicio"

"Equilibrar tu vida es importante, no debes presionarte demasiado ni tampoco ser tan confiado. De lo contrario, estarías literalmente jugando con fuego"

Dicho esto, el anciano dragón hizo aparecer una flama en su pata derecha, de un momento a otro, esta crecía o se reducía con la energía del dragón.

"El controlar fuego depende de tus emociones y disciplina porque este, al igual que la electricidad, está vivo" explicó el maestro "Si estás enojado o rabioso, el fuego se extenderá y destruiría todo a su paso. No obstante, es posible controlarlo si estás dispuesto a controlar también emociones: exprésalas en tus llamas, pero enfoca la energía en una sola dirección"

Dicho esto, le entregó aquella llama. El joven aprendiz lo tomó entre sus garras, sintiendo el calor de aquella llama. Y, tratando de centrar su energía en ella, hizo que creciera la llama al doble de su tamaño.

"Como lo pensaba" comentó Cyrus, "Tienes un pleno control de tus emociones y disciplina. Pero aún tienes un poco más que aprender. Ven ahora, necesitas un baño"

"Dígame que no será de uno de lava, ¿verdad?"

(Unos minutos después...)

Ambos dragones estaban tomando un momento de relajación en un lago termal. Era la primera vez que Jhonny hacía algo así: nunca había ido a un spa o algo parecido.

"Esto ya es otra cosa..." dijo mientras respiraba el vapor del lago, "Pensé que todo era lava"

"El que estemos en una zona de volcanes, es normal de que haya aguas termales" dijo Cyrus, mientras también se relajaba.

El agua no solo relajaba y curaba los músculos del joven dragón, sino que también le relajaba la mente, preguntándose una vez más si podía lograrlo en solo tres días más.

"Tal vez deba de necesitar quedarme durante varias semanas" musitó, "No creo que pueda lograrlo en solo tres días"

"Incluso a los más viejos nos cuesta encontrar esa flama interior" respondió Cyrus, "Muchacho, sabes bastante, pero sigues sin entender"

"¿Qué debo entender?"

"Que tienes más de lo que imaginas, debes confiar en lo que sientes, más que en lo que piensas"

(Al día siguiente...)

El entrenamiento continuó de la misma forma aquel día, solo que la meditación de Jhonny no se perdió esta vez: las columnas de lava que se formaron ascendieron hasta el pilar de piedra sobre el cual el joven dragón se sentaba.

"Finalmente su mente está mucho más clara, pero... ¿tendrá lo que se necesita para su siguiente prueba?"

La Leyenda De Spyro, El camino del GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora