Capítulo 10: Hora de arder, superando el pasado

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"¡Eres un inútil!" le gritaba su propio reflejo a la vez que le azotaba con la cola y le rasguñaba con sus garras, "¡Tú nunca serás más que un humano, no un dragón ni un héroe!"

La tortura continuó por lo que pareció unos minutos, pero en realidad eran horas. El cuerpo de Jhonny estaba cubierto de moretones y arañazos, casi inconsciente. Más de una vez, había tratado de librarse de las cadenas con su maná, pero todo era inútil.

"¿Por qué...?" se lamentó, incapaz de comprender por qué no se rompía.

"Esas cadenas son los lazos que te unen con tu oscuridad" le explicó su ser oscuro, "Ningún dragón antes las han podido romper"

De sus garras empezaba a salir un fuego oscuro. Luego, la impactó con el pecho del joven dragón. El dolor era.... uff, más que inconmensurable, pues parecía como un fierro al rojo vivo marcando a una res. Es lógico que Jhonny gritara de dolor.

"Pero aún no he podido entrar completamente en tu corazón..." le dijo, "¡Déjame entrar!"

Jhonny se retorcía de dolor, pero trataba de resistirlo. Por un momento, su reflejo se detuvo.

"¿Por qué no renuncias a la luz?" le preguntó, "¿por qué no te rindes?"

"Porque..." respondió jadeando, "Mis amigos y yo nos prometimos que no lo haríamos..."

"Entonces..."

El reflejo maligno se le tomó de su pata derecha, quemándosela y también el amuleto que le había regalado Edel. El joven dragón en ese momento sintió como si le hubieran roto su posesión más valiosa, tanto que comenzó a sacudirse para soltarse, sin el menor éxito.

"Lo siento Edel..." musitó, cerrando los ojos.

"No solo tienes un gran espíritu, sino también la habilidad para mejorar y guiar. Un deseo ferviente de ayudar y amar... Aunque caigas en la oscuridad, ellos te devolverán a la luz"

Algo ardía en su pecho, y no era el dolor y el daño que había recibido. Era la misma diminuta llama de esperanza de la última vez: aquella llama ardía de ese ferviente deseo que Ignitus le había dicho. Justo entonces, su reflejo estaba a punto de lanzarle una llamarada.

"¡Sucumbe a tu propia oscuridad!" le gritó, antes del golpe de gracias.

Para su sorpresa, el contacto del fuego oscuro contra el cuerpo de Jhonny no hizo efecto: es como si un cubo de hielo hiciera contacto con una barra de metal al rojo vivo. El aura de maná del joven dragón resplandecía y ardía como si fuera el sol. Las cadenas se rompieron, como si estuvieran hechas de vidrio.

"¡¿Qué?!" exclamó el ser oscuro, "¡Un momento! Esa es..."

Al costado del cuerpo del joven dragón, en su hombro, había aparecido la marca del guardián: la misma que dijo Ignitus que aparecería si...

"¿Soy... digno?" se preguntó Jhonny, al ver aquella marca que le habían predicho.

"¡Nunca serás digno!" le negó su lado oscuro, "Después de todo, aceptas tener un lado humano que algún día será corrupto por el poder. Si te sigues vinculando con tu pasado..."

"Sí

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"Sí... acepto que soy humano..." le interrumpió Jhonny, "Sin embargo, dejaré de lamentar mi pasado... y dejaré de cuestionarme mi futuro... porque lo que quiero vivir es mi presente: ¡junto a mis amigos! ¡Mis amigos son mi poder, y yo el suyo!"

El calor que se percibía penetraba incluso en las paredes, resquebrajando varias de ellas. En el exterior, donde Ray, Thorr y Edel estaban fuera luego de completar su prueba, pudieron percibir claramente una onda de calor proveniente del interior. Cyril, quien estaba con ellos, se mostró asombrado pues algunas paredes se estaban agrietando.

"Es imposible..." se dijo, "Las paredes tienen parte de hielo y absorben el calor. Pero esta onda es demasiado intensa como para retener..."

(De vuelta, en el interior...)

El calor proveniente del joven dragón aún era intenso, pero su reflejo, sin decidirse a dejarlo ir, atacó nuevamente con su fuego oscuro. Pero, sintiendo a aquel dragón que había conocido en su interior, Jhonny estaba listo para soltarlo. Con sus alas ardiendo con la misma intensidad, las aleteó al mismo tiempo que exhalaba su más intensa llamarada.

Dragón Ardiente!" atacó.

La columna de fuego que exhaló tomó la forma de una cabeza de dragón, cuya boca se tragó el ataque oscuro y se abalanzó sobre el reflejo maligno

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La columna de fuego que exhaló tomó la forma de una cabeza de dragón, cuya boca se tragó el ataque oscuro y se abalanzó sobre el reflejo maligno. Al impactar, causó una gran explosión que Jhonny tuvo que cubrirse para aguantar la onda de choque. Cuando terminó, su reflejo estaba agonizante mientras se resquebrajaba.

"Así que... aceptas tu humanidad..." le dijo en su agonía, "¿Cómo sabes que esa parte oscura no te corromperá?"

A lo que el aprendiz respondió:

"Porque ya no estoy solo como en el pasado, ahora tengo a quienes les importo y me valoran, como soy por dentro y fuera. No importa que tan profundo caiga en mi oscuridad, ellos me devolverán a la luz..."

El reflejo se resquebrajó aún más y se deshizo en mil pedazos. Sin embargo, Jhonny también estaba malherido. Frente a él apareció una salida, pero apenas podía andar con solo tres patas, de modo que intentó salir apoyándose de las paredes: no podía ir más rápido y en más de una vez se cayó del cansancio y el dolor.

Pasada una hora, finalmente vio una luz al final del túnel. Cuando por fin la atravesó, pudo ver las caras de todos sus amigos antes de derrumbarse del cansancio y dolor.

La Leyenda De Spyro, El camino del GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora