Capítulo 8: La prueba más difícil

52 4 1
                                    

"¿Cumpleaños?" se preguntó Jhonny, muy confundido, "¿Es hoy?"

Ignitus rio. Luego, le mostró su libro.

"Has vivido tanto tiempo en el reino de los dragones que has olvidado el pequeño detalle del día en que naciste" le explicó, "Desde hace tiempo hemos estado preparando esto"

"¡Es una sorpresa!" exclamó Sparx.

"¿Qué te parece Jhonny?" le preguntó Edel, "¿Jhonny...?"

El joven dragón bajó la cabeza, mientras soltaba lágrimas. Spyro trató de acercársele.

"¿Qué pasa amigo?" le preguntó, "¿No te gustó la sorpresa?"

"No, es que..." le respondió este, secándose las lágrimas, "No puedo creer que tenga tan buenos amigos como ustedes"

A esto, le siguió un abrazo grupal. Horas después (cuando el pastel se hubo acabado), Edel le preguntó a Jhonny:

"¿Qué tal lo hiciste en tu prueba? Me dijeron que habías enfrentado a una bestia"

"A un Cerberus... y sí, la tuve complicada, pero al final recordé nuestra promesa" respondió, señalándole el amuleto que le había dado antes de partir del Templo, "Y gracias a eso, me llené de ánimos para vencerle"

"Me alegra que te haya servido. Eso me recuerda... recibí tu poema"

"Oh" se sonrojó, "¿Y te gustó?"

"Sí, y creo que te debo dar un regalo especial por ello..."

"Nah, tranquila: no necesitas darme..."

Pero Edel le había besado de forma tan cariñosa que Jhonny se había quedado congelado por ello. Sintiéndose volar, él solo alcanzó a decir:

"¿Sabes? Ese es el mejor regalo que uno puede recibir"

"Pues me alegra que te guste..."

"¡Eh! Par de tórtolos" interrumpió Sparx, poniéndose entre ambos, "Hay junta importante"

"¡Sparx!" gritaron ambos al unísono.

"¿Qué hice?" preguntó este. No obstante, ambos dragones solo se rieron.

Cuando se reunieron en torno de Ignitus, este les explicó la situación.

"Jóvenes dragones" les dijo, "Todos han crecido y madurado exitosamente. No solo los aprendices a guardián... Spyro, Cynder, ustedes también han superado pruebas difíciles en el pasado, pero las han sabido enfrentar juntos"

"Sí, juntos..." comentó Spyro, tomando la pata de Cynder, "Si no fuera por Cynder, seguro que no hubiera podido detenerme cuando te creí perdido"

"Y yo hubiera vuelto a ser oscura cuando nos enfrentamos a Malefor si no fuera por ti" le respondió ella, "Así que estamos a mano"

"Nadie pone en duda vuestra unión" continuó Ignitus, "Después de todo, a todos los dragones nos une aquello y fortalece nuestro poder por medio de vínculos. Pero ahora una última prueba les revelará qué camino seguirán. Ustedes también la enfrentarán, Spyro y Cynder..."

"Creí que solo era para los aprendices de guardianes..."

"En efecto. Esta prueba debe realizarse para los aprendices a guardián. Sin embargo, creo que ambos están conscientes de que la oscuridad ha intentado innumerables veces controlarlos y, aunque se han librado de ella con la ayuda mutua, deben aprender a hacerlo solos. Spyro, ¿estás seguro que no te llegó profundamente lo que te dijo Malefor en vuestra última batalla?"

Spyro vagó en sus recuerdos, recordando aquel momento en que se encontró con Malefor cara a cara.

Spyro vagó en sus recuerdos, recordando aquel momento en que se encontró con Malefor cara a cara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Tanta determinación para llegar.." le dijo el dragón malvado, "Parece que el color no es la única cualidad que compartimos..."

"¡No me parezco en nada a ti!" le replicó Spyro.

"¿Eso crees? Ya lo veremos..."

"Sí..." dijo, volviendo al presente, "Me dijo que nos parecemos, pero no le creo en nada"

"Eso tu mismo lo descubrirás, Spyro" le dijo Ignitus. Luego, se volvió a Cynder, "Y Cynder, ¿a ti también te afecta lo mismo?"

Cynder también recordó, cuando Malefor les liberó de las cadenas.

"¿Cómo? ¿no lo sabe?" se burló Malefor, mirando a una confundida Cynder, "Vamos, díselo: tiene que saberlo"

"¿Decirme qué?" preguntó Spyro, confundido.

"Cómo te atrajo al pozo de las almas y te engañó para que me liberases..."

"¡Mientes!" replicó Cynder, aún más confundida y asustada.

"Es curiosa la forma que decides recordar. Te lo aseguro: fuiste tú quien me liberó, Spyro. Y el que me trajo de vuelta... Y se lo tenemos que agradecer a Cynder..."

"Él miente, también estoy segura de eso" dijo Cynder, dejando de recordar.

"El juego psicológico de Malefor es un arma bastante filosa" le tranquilizó Ignitus. Luego, se volvió hacia los aprendices, "Ustedes nunca lo han enfrentado, pero deben superar retos similares si serán los protectores de este reino... por si él consigue volver. Es por eso que la siguiente prueba será una superación de esa oscuridad que todos tienen. En esta prueba no hay ganadores, solo verdades: el laberinto de Cristal"

Hubo un aire de incomodidad o quizá nervios por parte de Edel, Thorr y Ray. Por su parte, Spyro, Cynder y Jhonny no conocían nada de ello.

"¿Qué les pasa chicos?" preguntó Spyro.

"¿No sabes nada de los rumores del laberinto?" preguntó Ray, "Muchos entran, pero pocos salen"

"¿Es tan difícil moverse por un laberinto?" preguntó Cynder, "Si sabemos volar..."

"El laberinto es una gruta de hielo subterránea, Cynder" explicó Edel, "Debajo del Congelador de Dante, y cambia continuamente, como su tuviera mente propia"

"Eso no es lo más desafiante del laberinto" explicó Ignitus, "Los reflejos en su interior son mágicos y reflejan el lado oscuro del ser. Si ustedes encuentran el modo de vencer su propia oscuridad interna, no habrá ninguna oscuridad en el exterior que les pueda derrotar"

"Ah, pues entonces será bastante sencillo, ¿no es así chicos?" preguntó Sparx, "Err, ¿chicos?"

Todos se quedaron callados sin poder responder, pues la idea de pelear con la oscuridad misma era algo complicada de asimilar. No obstante, Ignitus les tranquilizó diciéndoles:

"Cada uno tiene un gran potencial, se los aseguro. Estoy orgulloso del futuro que labrarán ustedes juntos y sus descendientes. Ahora, vayan a vuestra prueba última prueba. Oh, me olvidaba: Jhonny, acércate para recibir tu regalo"

El joven aprendiz se acercó y el Cronista tocó con una de sus garras el hombro derecho del joven dragón. Allí, apareció una marca de una cabeza de dragón, pero luego se desvaneció.

"La Destinatus Custos, que quiere decir, marca del guardián destinado" le dijo, "Cuando seas digno de ser el Guardián, la marca resaltará intensamente en tu hombro"

"¿Qué pasaría...? Si... ya sabe, no soy digno..." preguntó el joven aprendiz.

"Si no eres digno, la marca desaparecerá y reaparecerá luego de un siglo en alguien más. Pero estoy seguro que eres alguien capaz de ser guardián. No temas en lo que fuiste, ni te atormentes en lo que serías. En el presente, tienes todo el apoyo de tus amigos"

El joven dragón inclinó la cabeza, habiendo entendido ello.

(Más tarde, mientras caía el atardecer...)

Todos los jóvenes dragones se alejaban de la isla blanca, con dirección al congelador de Dante. Mientras lo hacían, Ignitus se dijo para sus adentros:

"Que los ancestros los protejan, y ustedes nos protegerán a todos..."

La Leyenda De Spyro, El camino del GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora