Querida August,
Te apodaré August porque así nadie sabrá quién eres ni quién soy, dado que los caracteres disponibles no bastan para escribir mi nombre. Me parece lo más adecuado por múltiples razones. Además, he llegado a valorar los seudónimos; me permiten expresarme sin temor a ser juzgado. Como bien sabes, no se me da bien el arte de respirar hondo y aparentar indiferencia frente al desdén convertido en risas burlonas.
La lluvia caía a cántaros fuera de mi ventana, como si intentara ocultar mis errores pasados con un manto gris y melancólico. Aquella mañana parecía presagiar un día sombrío y cargado de tristeza, una tormenta tan feroz como los pensamientos ansiosos que invaden mi mente.
Miraba... Solo observaba el mundo exterior como un espectador distante e incómodo. De la misma manera en que la depresión puede parecer trivial desde la perspectiva de otro, insípida y superficial, para quien la vive es un tormento tan profundo y silencioso como el vacío mismo.
Mi primera mañana se transformó en el lamento de una madre. El primer paso hacia la aceptación de un problema se sentía como una profecía inevitable. Ahora que la granja se ha convertido en mi hogar y en mi próximo refugio, resulta más sensato enfrentar lo que fue y también lo que está por venir.
A la espera de que pase la tormenta en mi mente,
Ethan A.
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Las Memorias de Ethan
ContoEn un mundo donde la vida cotidiana está llena de recuerdos y desafíos, se oculta una historia de profunda introspección y emociones intensas. Una tormenta de lluvia cubre los errores del pasado y alguien atormentado busca refugio en una granja aisl...
