Querida August
Conseguí la rocola de la familia y la abuela colocó esa canción que tanto te gusta. El sauce marchito y tus ojos ennegrecidos se transformaron en tu inseguridad. El minúsculo trofeo de participación en las ferias reposaba sobre aquella repisa al recordarme lo débil que era ante la inmensidad. Tu sonrisa con sabor a café retoña en mí cada tres en punto cuando mi abuelita hacía una pausa y dejaba de desconchar los girasoles en el tiempo de la cosecha.
Porque nadie te lo comento y prefirieron callarlo. Impediría tu viaje, eso sería posible. Tu corazón siempre pertenecía a la familia. Tía Mariana dijo que estarías bien, aunque ambas sabíamos que nos mataría por dentro.
Dejamos de comer y nos transformamos en polillas. La tristeza se volvió la veracidad que nos derrotó lento. Esa última melodía marcó el fin de este amargo recuerdo, así como el fin de tu propia era.
A la espera de que pueda saltar esta pista como un mal recuerdo, Ethan A.
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Las Memorias de Ethan
Krótkie OpowiadaniaEn un mundo donde la vida cotidiana está llena de recuerdos y desafíos, se oculta una historia de profunda introspección y emociones intensas. Una tormenta de lluvia cubre los errores del pasado y alguien atormentado busca refugio en una granja aisl...
