Día 722: ¿Plenitud?

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Ciudad de México, 25 de octubre de 2023

Estefania Garza

Estos días en México iban a ser muy pesados.

Carlos dice que es el Gran Premio donde más cosas tienen por hacer: bastantes entrevistas, eventos, etcétera, etcétera.

— Guapa, ya volví — escuché como Carlos entraba a la habitación

— ¿Qué tal te fue, amor? — respondí mientras seguia peinando mi pelo

— Muy bien, Caco y yo fuimos a jugar un poco de tenis en Plaza Carso y luego en el gimnasio de acá vi a Ruppert — Carlos se acercó a mí y me dió un beso beso en la mejilla — y veo que tú ya estás lista para iniciar el día, eh, qué guapa mexicana

— Qué bueno que todo fue bien y muchas gracias, españolito — le sonreí y tomé otro mechón de mi pelo para rizarlo

— Voy a darme una ducha rápido y nos vamos, ¿sí? —  dijo Carlos quitándose su sudadera

— Sí, amor, está bien — respondi y nos sonreímos a través del espejo

Carlos terminó de desvestirse para meterse a bañar y yo termine de arreglar mi pelo.

Preparé en mi bolsa las cosas que quería llevarme mientras Carlos se bañaba.

Unos minutos después, Carlos ya estaba saliendo del baño con la toalla amarrada en la cintura y con el pelo mojado.

— No se si son las hormonas pero no salgas así por favor que remueves todo en mí — dije mirándolo de arriba a abajo

— ¿Ah sí? — dijo Carlos riendo y dejando caer la toalla al suelo

— ¡Carlos! — reclamé tapándome los ojos

No me los tapaba por pena a verlo desnudo, me los tapaba porque no quería que las hormonas cobraran factura y y debíamos irnos.

Carlos seguía riendo mientras se ponía el bóxer.

— Ya sé que soy irresistible — dijo poniéndose sus jeans

— Ja já, gracioso — contesté descubriéndome los ojos

Carlos negó con la cabeza conservando una sonrisa en su rostro.

Se puso la playera de Ferrari, calcetas, tenis, su gorra y tomó su celular.

— Ya estoy listo — dijo y se acercó para besar mi frente — vamos, preciosa

Tomé mi bolsa de la cama y la mano de Carlos para salir juntos de la habitación.

Caminamos por el pasillo hasta llegar al elevador.
Lo tomamos, bajamos hasta el lobby, donde encontramos a Caco y a Ruppert.

— Buenos días, prima — dijo Caco saludándome con un beso en cada mejilla

— Buen día, primo — respondí — buen día, Ruppert

— Buenos días, Mrs. Sainz — dijo Ruppert dándome un beso en la mejilla

— Silvia me encargó muchas cosas — dijo Caco abriendo su mochila — primero, esto es tuyo, Estef, guárdalos bien — me dió mis dos pases: el del paddock y el de Ferrari.

— Muchas gracias — los tomé y los guarde en mi bolsa

— Ahora, Carlos — sacó una libreta, la abrió y comenzó a leer — tenemos que ir al circuito a que hagas un recorrido, allá Arthur y tú harán las entrevistas con diferentes medios, a las 3:00 de la tarde serás libre, quedaste de comer con Lando hoy, debes ir a firmar un Ferrari antes de irte a cenar a donde quieras y por favor, no hay que volver tan tarde a dormir

Complete Mess (Carlos Sainz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora