Royals Love: un fic sobre un fic

El Baile

Akko no acostumbraba a ir a los bailes que se organizaban en Luna Nova, no porque ella no tuviera ganas sino por apoyar a Diana, que si tenía problemas con ellos, pues no le parecía que utilizarán la escuela para fiestas de esa índole a las que podría entrar cualquiera, para su mala suerte a las demás estudiantes si les gustaba y nadie la tomó en serio cuando se quejó.

—Pensé que no llegarías —bromeó Diana al abrirle la puerta de su cuarto a Akko, hacía referencia a un diálogo de royals love pero la japonesa no lo captó.

—Es que estaba consiguiendo esto —le contestó Akko sacando un costalito que hizo crecer con un hechizo, estaba lleno de botanas y dulces— ahora le debo un favor Amanda pero valdrá la pena —Diana la abrazo para agradecerle, entonces Akko se dio cuenta que su anfitriona llevaba puesta una de las playeras que usaba para dormir y que había dejado olvidaba la noche de películas anterior.

—¿Qué pasa? —preguntó Diana al ver qué Akko la miraba de pies a cabeza.

—Nada —le respondió su amiga, que se percató de que había pasado mucho tiempo imaginando cómo se vería esa playera si no estuviera activo el hechizo de decencia— estaba pensando...

—¿En qué? —la cuestionó la rubia con una sonrisa tierna pero un poco ruborizada, como si supiera qué pensaba.

—En... —Akko estuvo a punto de revelar sus pensamientos pero no quería que Diana malinterpretara lo que sentía por ella— lo gracioso de las noches de películas. Verás se suponía que nos reuníamos para que me enseñarás hechizos nuevos y terminamos viendo películas.

—La verdad, me gusta más que sea así —respondió Diana y se dirigió a la cama, Akko se adelantó a preparar la televisión y el dvd para poner la película, estaba tan nerviosa que no se dio cuenta que Diana se había quedado como congelada en medio del cuarto.

—Oye Diana —la llamó Akko cuando se percató de que no se movía— ¿Estás bien?

—Si, espera —le respondió con un tono muy diferente al que tenía antes, uno casi robótico— tengo que ir al baño.

—Bueno —dijo Akko despreocupada y volvió a lo que hacía.

Esa noche verían "Carro Brillante contra los monstruos" una película mexicana de una copia de Shiny Chariot. La primera noche de baile que se juntaron Akko y Diana a estudiar, la inglesa prometió enseñarle a su amiga un hechizo que apareció en la primera de las dos únicas películas que grabó Shiny Chariot, lo que llevó a qué Akko hablara casi toda la noche de las muchas copias de Shiny Chariot que había en el mundo, de sus shows y por su puesto de sus películas, las cuales comenzaron a ver cada noche que había baile en Luna Nova.

Un grito de varias chicas, muy parecido a esos que hacían las del club de lectura, llegó de la distancia e hizo pensar a Akko por primera vez que Diana ya se había tardado mucho, pero no le dio importancia y siguió picando los dulces, pero comenzó a preocuparse en serio cuando se empalagó con los dulces, entonces decidió ir a ver qué pasaba en el baño: la luz estaba apagada y al abrir la puerta parecía que no había nadie, regresó a la cama con un sentimiento horrible de opresión en el pecho, no podía explicarse por qué Diana haría tal cosa y comenzó a comerse todo lo que había llevado.

A la mañana siguiente se despertó con dolor de estómago y los ojos hinchados, no veía a Diana ni a sus compañeras por ningún lugar, pero no quiso arriesgarse a que la vieran así, por lo que agarró su película y se fue corriendo a su cuarto. Ahora sí estaba enojada con Diana por haberla dejado plantada así y no quería saber de ella, mas esa sensación se esfumó cuando vio con preocupación como salía una cantidad impresionante de humo negro de su cuarto.