Introducción

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Desde que se levantó la prohibición de la tecnología en Luna Nova la actividad favorita de Lotte era leer los fics de Cae la Noche que se publicaban en the witchpad, una página donde brujitas de su escuela compartían sus creaciones, a veces se clavaba tanto en ellos que temía descuidar la saga oficial o peor aún, sus estudios, mas esa temporada del año era tranquila en el ámbito escolar: justo habían terminado los exámenes de ese periodo y se acercaba un baile; era tan tranquila que Sucy podía sumirse todo el día en sus experimentos de pociones, pero Akko y Diana no habían suspendido su sesión de estudio, que esa vez tocó en el dormitorio del equipo rojo.

Sucy dejó la mesa y se acercó a Akko y Diana, que platicaban en voz baja sentadas en la cama de la japonesa, con un matraz redondo que contenía un líquido amarillo humeante y lo lanzó sobre ellas.

—¿Qué demonios? —exclamó Diana al verse empapada, Akko en cambio lanzó un grito que se fue volviendo más agudo a medida que ella se fue encogiendo hasta el tamaño de un dedo meñique.

—Interesante... —dijo Sucy para sí— Es mi mejor intento hasta ahora pero a ti no te hizo nada.

—Es una larga historia —contestó Diana mientras tomaba a Akko entre sus manos para que no se cayera de la cama al estar reclamándole a Sucy en el tono de una ardilla de caricaturas.

—Hmmm creo que es algo que necesito saber para llevar un registro exhaustivo de mis pociones.

—¡De ninguna manera!

—Vamos Diana —insistio Akko con esa voz chistosa— yo también quiero saber.

—Bueno... —resopló la brujita rubia— no es tan interesante como imaginan, es que mi mamá cuando supo que iba a morir puso sobre mi un hechizo de protección de amplio espectro, así prácticamente ninguna magia puede hacerme daño.

—Pero te afecta el hechizo de decencia —cuestionó Sucy.

—El hechizo de decencia en una ilusión y una ilusión no puede dañar a nadie.

—¿Hechizo de decencia? ¿Qué es eso? ¿Por qué nunca había escuchado hablar de él? —preguntó Akko mientras recuperaba su tamaño real.

—Porque se supone que no debías saber de su existencia —bromeó Sucy.

—Es una ilusión que ayuda a mantener la buena conducta en la escuela —explicó Diana en un tono más paciente que con que se había dirigido a la bruja de pelo rosa— básicamente impide que veas la figura real y debajo de las faldas de las estudiantes ¿Ves? —y le mostró cómo sus piernas parecían flotar entre el morado de su falda en vez de estar unidas al resto de su cuerpo.

—¿Eso qué tiene que ver? —preguntó Akko.

—Es tonto lo sé, pero se supone que antes era muy común que las estudiantes se enamoraran entre ellas y eso afectaba el orden de las clases, inclusive algunas desertaban por escapar juntas o hacían hechizos prohibidos que no querrás saber en qué terminaban, según eso ha servido para que ya no pase nada de eso.

—Pero te afectó el hechizo de la abeja del amor —Sucy volvió a cuestionar.

—Eso también es una ilusión —respondió Diana con firmeza— un ejemplo es cuando antes del festival de Samhain el espejo bromista transformó a Akko en mí, y se suponía que yo me transformaría en Akko pero el hechizo me protegió.

—Ok dices que una ilusión no puede dañar nadie —interrumpió Akko que ya tenía en tamaño de un duende y la voz de uno— pero supongamos que si vas muy rápido en una carretera, el camino termina en una pared pero alguien proyecta una ilusión de que el camino continúa en esa pared...

Lotte volvió a lo suyo, sus amigas seguirían discutiendo escenarios muy específicos donde una ilusión podría hacer daño durante un rato más, entonces encontró una nueva sección de Witchpad que no había visto, dónde había un solo fic llamado "Royals love" que empezó a leer por curiosidad pero que no pudo terminar...

Royals Love: un fic sobre un ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora