diente

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¿Habías pensado antes en arrancar tus dientes de tu encía?
Me refiero a todos ellos, dejando una capa rosa tirando a rojo en tu boca.
Probablemente no lo habías pensado, pero si lo hiciste me gustaría saber el motivo de ello.
Pensar en arrancarse los dientes para no decir nada más y que al intentar decir una palabra se oigan lúgubres balbuceos que solo tú entiendes.
Cómo un código secreto, uno que te mata, uno que maldice eficazmente para no ser descubierto en el acto, como si hubieras robado algo preciado y no quieres que nadie te oiga decirlo.

También en el dolor que te causaría eso, el punzante dolor que sentiría tu pobre mandíbula y el dolor en tu pecho que quiere ser entendido pero no se oyen más que palabras a lo lejos entre una bocanada de nada.

Recientemente pregunté esto a una persona diagnosticada con psicopatía, me declaró que era una fantasía que muchos tenían, una con la que sueña la gente que hizo una travesura, quiere gritar su azaña y no ser declarado culpable. Me puse a pensar en que todas las personas tienen diferentes puntos de vista del dolor y la muerte, que unos la entienden como el inicio de una oportunidad nueva, otros como parte del ciclo de la vida, y otros mas como el final de esta.

Es interesante saber cómo piensa el ser humano pero al investigarlo te volverías loco, es investigar un universo diferente al tuyo y eso solo es hablar de una sola persona.

También hay personas que romantizan la muerte y a los que la ejecutan en contra de alguna víctima.
La toman como un acto de liberación, un acto de haber derrotado a alguien que no sabía que estaba jugando, como una victoria, como cazar entre la niebla a un venado inquieto con una sola bala en el rifle.
Sin saber que el venado estaba muerto desde antes de apuntar.

Entiendo la romantizacion de la muerte, pero no logro comprender a los que romantizan el asesinato, no, más bien, al asesino.
Que te entren estás dudas es probablemente lo más normal.

También las ganas de golpear a aquel que una vez dijo que el abusado se vuelve abusador las ganas que me recorrieron el cuerpo violentamente de mirarle a los ojos con decepción y huir tranquilamente del lugar.
Tal vez tenga razón, pero a mí parecer el abusador no tiene razones para serlo, un pasado trágico no justifica el mal trato de una especie, mucho menos la ajena.
Por tanto, me parece vulgar que vayan justificando el maltrato.

El maltrato es malo dentro del estándar de dolor del ser humano, por qué provoca dolor.
E perdido el punto de mi monólogo acerca del pensamiento del ser vivo.

Por ahora el pensar en todo esto es reconfortante, por qué si romantizas al perpetrador por la acción seguramente terrible que a cometido o por su físico en general, eres un idiota.

A mí manera de pensar somos cómplices al callarnos de lo que sucede y del abuso que se comete de todas maneras, y somos sensibles con nuestra propia vida por no alzar la voz, también es increíble que personas jóvenes tengan este tipo de pensamiento.
Mi punto en todo esto está totalmente perdido.
De todas maneras los monólogos interiores tenidos mirando un blanco infinito tienen más sentido si son dichos en silencio.

Cómo una boca sin dientes.

Vida VergonzosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora