monólogo interno

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Me e puesto a pensar ultimadamente en el dolor que provoca la existencia, existir por inercia en base a lo que no haces es doloroso por peso, también duele una herida, un raspón, una palabra, incluso una mirada casual.
Aunque si pienso más a fondo eso es lo que define a la existencia como tal.

Existir es dolor.

Cuando alguien piensa en dolencia, no les gusta, no es de culpar, a nadie le gusta sentir dolor.
E existido por siglos siendo menor de edad y décadas sin poder votar todavía, por qué e atravesado dolor, el dolor que un niño vería con terror y un adulto con melancolía.

E planeado en hacer esta experiencia, la cual es una de muchas, la última de todas, en este momento, en este instante de mi existir algo tan fugaz como la efímera luz de algún fuego artificial, por qué e comunicado y experimentado hablar con otros que comparten esta misma situación y me e dado cuenta que todos asimilamos el dolor de manera completamente diferente y compleja. No saben que decir, no saben reaccionar y lo último que esperan es que encuentres alivio. Por fuerza, tampoco saben escuchar.

Pero el dolor y la carencia de delicadeza con la gente que amo, amé y sigo amando se mantiene intensa, podré haberme alejado por alguna que otra razón, pero el corazón permanece inerte. Eso lo hace más doloroso, no se va a ningún lado y no toma un respiro, de hacerlo moriría, aunque sienta que ya lo está haciendo.

Sin embargo, no me gusta sufrir por amores, no veo el sentido de sufrir por alguien cuando la única persona que te hace sentir miserable eres tú mismo, aunque si me preguntan, sí, e sufrido por amores, por uno, o por dos, aunque jamás e llorado por ellos, mis lágrimas se van con ellos y yo me quedo con las memorias.

A lo que íbamos, el dolor, es lo que nos mantiene en un estado de suspenso, en un estado de cuidado, incluso en uno paranoico, tanto que se han creado consejos para no conseguir dolor.

El dolor personalmente no me gusta, no me molesta, está ahí y siempre va a estar hasta que un día ya no lo esté, aunque el dolor me hace sentir vivo, sentirme vivo me hace sentir humano, y sentirme humano me hace sentir que tal vez todo el dolor que vas a experimentar en toda tu experiencia de vida, te enseña algo, y al enseñarte que eres humano, te enseña que sigues aquí, y el hecho de que sigas aquí es todo lo que compensa una vida de dolor.

Vida VergonzosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora