Capítulo 9

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Tignari volvió a reír ante la actitud y la situación con Cyno, jugaría con él un poco más, así que se sentó en sus piernas y se recargo en su pecho, al parecer el de tez morena no quería perder el tiempo pues una de sus manos se colocó en su cintura firmemente pero algo de duda volvió a presentarse en el gran juez.

-Tu herida ¿Cómo está? Lo siento debí revisarte primero ¿Duele mucho?- Cuestionó besando una de las orejas de su contraria.

-Eso... estaré bien, cuando lleguemos a la aldea Aaru de nuevo me revisaré, claramente carezco de cualquier medicamento o herramienta para atenderme, sería tonto intentar hacer algo más que venderla, podría infectarla- Susurró observando con cierto disgusto la venda en su brazo.

Cyno cerro los ojos intentando reflexionar un poco, no era momento de coqueteos y juegos, lo mejor sería buscar la salida y regresar a la aldea, por lo cual sin problema alguno se levantó cargando a Tignari.

-¿Cy-cyno que haces?- Nos nervios en su voz eran más evidentes que de costumbre, la había tomado por sorpresa y eso le agradaba.

-Planeo llevarte a la aldea lo antes posible, ya tendremos tiempo para nosotros, ahora lo primordial es atender tu herida- explico comenzando a caminar, no deberían tardar tanto en poder salir... Al menos beso esperaba.

-Si pero puedo caminar- Reclamo intentando bajar sin embargo el albino se las arreglaba para evitarlo.

-Deja que te lleve, fue mi culpa por bajar la guardia así que te protegeré de todo mal que intente hacerte daño... siempre ha sido así y nunca cambiará ¿Confias en mi?- Hablo observando su alrededor para ver dónde continuaba el camino.

-Por supuesto que confío en ti plenamente... Creía que eso no estaba en duda- Murmuró recargandose en el de tez morena un poco desconsertada.

-No dudo de ti, solo quería escucharte decirlo

Para suerte de ambos la salida no estaba lejos, para disgusto de Tignari era de día, así que solo soltó un gruñido y oculto su rostro bastante molestó en el pecho del gran juez.

-... Tendrás que aguantar el calor, descuida te cargaré hasta la aldea a menos que se presente un problema y deba luchar te bajaré - Aseguro comenzando a caminar.

En teoría no deberían estar tan lejos ¿No? Después de todo aquel suelo inestable estaba cercas de la aldea pero parecía que habían caminado mucho más de lo pensando ya sea en la superficie o debajo de esta.

Para la guarda forestal pareció una eternidad el caminó sin embargo para Cyno llevar en su espalda a la de rasgos de zorro era una experiencia bastante maravillosa desde el nuevo punto de vista, puesto que antes ya lo había hecho pero no como una pareja... Si es que lo eran porque ninguno de los dos a dicho explícitamente que lo son.

Todo parecía ir bien al menos Tignari podía descansar sobre la espalda del gran juez pero repentinamente se alarmó al ver qué esté se detuvo y lentamente le deslizo para que se bajará.

-¿Cyno?- pregunto casi en un susurro mientras daba un vistazo sobre el hombro de este, esos perros o lobos raros que desconocía.

-No dejes que te toquen, causan un efecto corrosivo en sus ataques- Advirtió seriamente invocando su lanza y el espíritu que poseía, definitivamente debía acabar con ellos rápidamente.

-De acuerdo, hare lo posible por cubrir tus puntos ciegos pero con mi brazo herido no creo poder apuntar bien- Murmuró preparando uno de sus frutos, por suerte siempre traía varios por cualquier cosa.

El secreto de TignariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora