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Un joven semihumano lopus de 17 años, de ojos verdes y cabellos gris vestido de chándal caminaría por el instituto como cualquier día normal de su vida con la pesada mochila a sus hombros cuando una chica peliroja le tocaría el hombro tímidamente.

??: Oye Sam...

Sa: Dime, ¿que quieres Rosa?

Ro: Pues... creo que... me gustas y eso, ¿sabes?

Derrepente una alarma estridente sonaría dejando ver que se encontraba en su habitación.

Sa: ¡Puto despertador! Siempre jodiendo...

Miraria su teléfono dejando ver 7:45 en el.

Sa: ¡Es la última alarma joder!

Saldría de un salto de su cama vistiendo se con lo primero que pillaba del armario, una sudadera,  un chándal, calcetines de ayer y las mismas deportivas de siempre. Agarró su mochila, el teléfono y salió corriendo escaleras abajo donde se encontraba la taberna de su madre.

Sa: ¡Adiós mamá! Llego tarde.

Ma: ¿Así sin desayunar nada?

Sa: No tengo hambre, hasta las tres.

Ma: Qué tengas buen día hijo.

Estaba chispeante ligeramente a lo que respondió poniéndose la capucha de su sudadera blanca. Comenzó a caminar en dirección al instituto, sacando del bolsillo pequeño de su mochila unos auriculares para ponerse a escuchar música de camino al instituto como era normal en su día a día.

En aquella ciudad todo el mundo parecía solitario, más a esa hora de la mañana y lloviendo. Llegaría a su instituto que no estaba a más de diez minutos de su casa. Una vez dentro llegaría hasta su aula donde tocaba de primeras y sin vaselina historia de Rema. Se sentaría junto a dos amigos suyos con los que se sentaba siempre, un Semihumano Gato llamado Luis de cabellos rizados y delgado, y Carlos un humano que solía estar con ellos.

Sa: Buenas.

Ca: Hey.

Lu: Buenas.

Pr: Los auriculares Samuel.

Sam hizo caso de la profesora guardando los auriculares en el bolsillo de su sudadera junto al teléfono.

Pr: ¿Alguien se a leído lo que tocaba para hoy?

Sa: Yo.

"Como no."

Todos se comenzaron a quejar, pues Sam era el tipico cerebrito de historia que conoce todo lo que pasó en todos los lugares.

Saliendo de clases Sam veria a lo lejos a una chica peliroja que iba con el a clase, Rosa. Se armó de valor para acercarse a ella, hoy era el día definitivo, hoy se iba a declarar.

Sa: Oye Rosa, ¿me permites un momento?

Ella se giraria mostrando una notable cara de asco al ver al Semihumano aunque luego volvería a girar su rostro para seguir caminado.

Ro: Malditos Animales...

Era la primera vez que Sam se dignaba a hablarle, por lo que estaba muy nervioso aunque nadie sabía a dónde iba el imbecil a pedirle una cita a la chica popular de la clase. Su cola dejaría de moverse cayendo sin fuerza mientras sus orejas bajaban. Se daría media vuelta tras ver como ella se iba sin más. Seguía chispeando al igual que en la mañana por lo que procedió a ponerse su capucha junto sus cascos para aislarse del mundo un día más.

El chispeo derrepente se transformó en una fuerte tormenta eléctrica teniendo que correr refugiándose en un bar cualquiera que le pilló en medio del camino. El bar estaba lleno de humanos así que el guardó su cola entre su chándal y sudadera.  Ya que no se veían sus orejas por la capucha podría hacerse pasar por humano sin problemas un rato.

Sa: Joder... No para de llover tío. ( ¿Eres imbecil? Eres el tío más friki y raro de la clase, ¿Enserio pensabas que la chica más guapa de la clase iba a querer hablar contigo? )

??: No admitimos semihumanos, lo siento pero tengo que pedirte que tr vayas.

Sa: Ah, si perdón.

Al parecer le descubrieron pues su cola se podía notar a través de su chándal tendiendo que ir a su casa que aunque estaba a un par de calles no le haría llegar seco.

DRAFT: The Last RoninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora