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Se cerraría la puerta de la casa quedándose ambos solos.

Be: Escuchame niño. Que sepas que no quiero que estés aquí ni tengo la más mínima intención de ayudarte.

De: ¿Como?

Be: Alfa me a casado legalmente contigo.

De: ¿Como?

Be: Escuchame Friki, no quiero que absolutamente nadie se entere de esto. ¿Vale? Pero legalmente tu y yo ahora estamos casados, no te acérques a mi, no me abraces, no le beses, solo déjame en paz. Me voy a mi habitación, haz algo de cenar.

De: Que...

Delta procuró hacer una cena rápida para la chica dejandonel plato en el microondas. Se dio cuenta de que ya eran las 22:45 así que decidió ir corriendo a la casa de Sigma y Omega tocando a la puerta donde abrió Omega con un delantal rosa puesto.

Om: Bienvenido, Delta.

Si: ¡Pero si a venido Delta que pasada!

Sigma bajó las escaleras corriendo lanzándose sobre Delta emocionado.

Si: ¡Tío menos mal que has venido!

De: ¿Me he perdido algo?

Si: Tío, Omega a hecho galletas.

De: ¿Galletas?

Om: Bueno, como no sabía que podía gustarte he decidido ir por lo seguro y hacer Galletas.

De: Me encantan, ¿un día os pasáis vosotros? Trabajaba en un bar haciendo postres, os haré unos batidos helados.

Si: ¡¿Enserio?! ¡Eso sería una pasada!

Om: ¿Me podrías ayudar con una tarta de manzana que no me sale nunca?

De: Claro, sin problema. Parecéis mayores, ¿cuanto tenéis?

Om: Aquí nadie pasa de 25 y nadie baja de 18. Estate tranquilo por eso.

Si: Menos Alfa que tira para sus casi 60.

Se sentaría todos en la mesa, Omega traería las galletas y Sigma refrescos y cervezas. Estaban pasando un buen rato cuando derrepente Simga se levanta abriendo el armario del salón.

Si: Oye Delta, tienes pinta de friki, sabes? Quizás te tengamos que explicar quien manda.

Sigma sacó dos mandos de consola de videojuegos.

De: ¿Estas retandome?

Si: Soy Platino III en Leyendas del Fútbol.

De: Novato, Platino I.

Si: ¿Si? Me elijo al Real Rema.

De: Pues yo al Atlético de Lons.

Om: Quien gane contra mi, os enseñaré a jugar con mi Valansilla.

Se pasaron jugando toda la noche hasta las cuatro de la mañana cuando por fin llegaría a su propia casa con cuidado de no hacer ruidos.

Be: ¡Crees que estás son horas de venir!

De: Para empezar no eres mi madre, y encima me has hecho que te haga la cena.

Be: Si, yo hago la colada y tu cocinas. Así va la cosa.

De: ¿Y cuando hemos acordado eso?

Be: Ahora mismo, a la cama.

De: ¿Me estás mandando a dormir?

Be: Si, a dormir. Son las 4 y mañana tenemos entrenamiento com tu titan a las 12.

De: Vale vale. Pero no he montado aún los muebles, dormiré en el sofá.

Be: Dormirás conmigo, tengo que asegurarme de que duermes.

De: ¿Que? Ni de coña, gracias. Duermo aquí en el sofá.

Be: ¡Es una orden de una superior!

De: Bueno, yo me muevo mucho en la cama luego no me vengas llorando. Iré a por mi almohada.

Be: ¿Almohada?

De: Si, duermo siempre abrazando la almohada, lo hago desde pequeño.

Be: Yo también, tengo muchas almohadas y peluches, no te preocupes por eso.

Beta entraría a su cuarto para esperar a Delta que tras ponerse su pijama entraría al cuarto. Una habitación completamente desordenada y todo tirado por todas partes con una cama deshecha a más no poder.

De: ¿Donde voy?

Be: A mi lado maldito inutil. Hace frío y ya es tarde, no hay tiempo para tonterías.

De: Bien.

DRAFT: The Last RoninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora