ʀᴇᴅ ʟɪɢʜᴛs ; 𝑅𝑖𝑐ℎ𝑎𝑟𝑑 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛 [Eɴ ᴇᴅɪᴄɪᴏ́ɴ]

ᴍɪɴᴅ ᴀɴᴅ sᴏᴜʟ

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—¡¿Que hiciste que?! —gritó histérica Leigh mirando a Garfield quien estaba igual de preocupado por Conner.

Conner y Garfield habían salido a dar una caminata, (error suyo el haberles permitido esto), pero confiaba en Garfield y sabía que parte de esto no era su culpa, dejar ir a ambos solos no fue definitivamente una buena idea y ahora se arrepentía profundamente de ello. ¿Donde estaba Conner? Su corazón se estrujó de solo pensar lo asustado que estaría su hermano, tenía esperanza de que regresara pero no era así, ya habían pasado horas y Leigh no paraba de dar vueltas y Garfield no paraba de pedirle perdón.

Krypto regreso a la base pero esto no le daba tranquilidad a la pelirroja quien seguía angustiada por el paradero de Conner. No decidió tomar un momento más y camino hasta el can para mirarlo con súplica, si alguien podía encontrarlo, era sin duda Krypto y este cedió moviendo la cola animando, por supuesto que iba a ayudarla a encontrarlo, Garfield decidió no ir, consideraba que ya fue mucho problema el que causó y pidió a súplicas preparar la cena de compensación.

—¡Conner! Maldición, me tenías tan preocupada. —este guió su mirada a su hermana una vez el perro la había guiado hasta el.

—Aléjate de mi. —se dio la vuelta y esta corrió detrás de él. ¿Que sucedía?

—Conner no fue tu culpa ¿ok? —tomó su mano y este se detuvo a mirarla con ojos de cachorro asustado. —Yo se que apenas conoces de esto y nos equivocamos en contarte tan rápido sobre el equipo, perdóname por dejarte solo, yo...

—Leigh no tienes porque disculparte. —apreto sus labios en una mueca triste. —Lementi ábreme ido así, te hice preocupar.

Acarició la mejilla de su hermana y esta le sonrió con lágrimas en los ojos, jamás había sentido tanta felicidad de ver a alguien en su vida, Conner era como un bebé y sabía que tenía que cuidar de él.

Aquel momento de felicidad fue remplazado a uno de angustia al ver a enormes camionetas salir hombres armados apuntándoles a ambos hermanos y Conner no tardo en reconocer aquellas personas, con paso seguro se adelantó a proteger a su hermana, esta le rogó que corrieran y este tomo su mano para correr en conjunto, ambos eran más rápidos de lo inusual, estaba en sus genes y esto les permitió llegar más fácil a la torre.

—¡Están a salvo! —sonrió tomando platos de la alacena al ver a los hermanos llegar. Conner sostenía a su hermana del brazo al verla intentar recuperar el aliento. Esta habilidad la agotaba demasiado pero podía realizarla para emergencias.

—¿Estas bien? —la conexión que ambos tenían era sin duda increíble. Esta solo asintió reincorporándose para dirigirse a la cocina con Garfield agradeciéndole por la cena.

Zona 6, acceso no autorizado.

La alarma de la Torre empezó a sonar dando así entendido que alguien había irrumpido en la torre. Garfield alarmado aviso que aquella zona era la del techo causando que todos se pongan alerta al escuchar los ventanales reventar en pedazos al aparecer aquellos hombres armados.

Krypto fue el primero en atacar al aquellos hombres gritar que todos se rindieran al ser de mayor número frente a los tres. Leigh fue respaldada por los dos jovenes al ser atrapado el Can en una red de kryptonita obligándola a atacar desencadenando sus poderes al igual que los más jóvenes quienes peleaban al compás.

—¡Gar! —el tigre verde fue vencido al ser sedado por un dardo.

Los oídos agudos de Conner captaron la atención de la conversación de aquella mujer con los armados, al ver el potencial de Leigh estos se querían ver obligados en usar las balas de kryptonita llenando de rabia a Conner al recordar a Leigh herida por dichas balas. Es ahora su hermana, no iba a permitir que la dañasen, no de nuevo. Tomó con fuerza al hombre armado antes de que tomara las balas especiales y lo estrelló en la mesa de cristal dejándolo inconsciente al instante.

—¡Conner! —el grito agudo de la pelirroja lo hizo ceder dejando que sus ojos rojizos se detengan antes de causar un desastre al usar la visión laxer. Aquella piedra reposaba en el cuello de su hermana y aquella mujer morena la resguardaba a sus espaldas siendo retenida por dos hombres.

—Ella esta bien, solo es por precaución. —los ojos de Conner pasaron a los de la mujer al tener su mirada en su hermana quien se debilitaba con cada segundo que la piedra permanecía cerca de ella. —Estamos aquí para ayudarte.

—No me parece que sea así. —gruñó molesto el pelinegro.

—Nosotros te creamos, nosotros podemos mejorarte. —Leigh negaba débilmente al escuchar la conversación de ambos. Era una trampa y Conner era un tanto maleable pero el terror de perder ahora a su nueva familia le aterraba.

[...]

—Señorita Kent, soy Mercy Graves, un placer. —Leigh permanecía en su sitio mirando hacia la nada. —¿Le apetece algo de comer? Lo que desee.

—Vete a la mierda. —musitó con asco. —¿Donde está mi hermano? ¿Que le hizo a Gar?

—¿Hermano? Así que ya lo conoces bien, el tigre está bien, no te preocupes por el.

—Esto es incomodo. —murmuró tratando de quitarse el collar sin éxito.

—Lamentó la incomodidad pero queremos evitar cualquier tipo de inconveniente en este edificio y el suyo es sin duda un peligro.

—Si emperezaras con aquella charla de arreglarme o alguna tontería así déjame decirte que no acepto nada de ello, solo quiero a mi hermano y a Garfield fuera de aquí. ¿Creen que pueden lavarle en cerebro a los más pequeños? Pues déjame avisarte. —se levantó acercándose desafiante hacia la mujer. —No podrás hacerlo conmigo y mas te vale dejarnos ir o yo misma me encargare de demoler este sitio.

—Que conveniente señorita Kent pero dudo mucho que pueda lograrlo. —amenazo.

—¿Entonces no tendrá conveniente con que mi padre lo haga añicos? —sonrió borrándole la sonrisa a aquella mujer para levantarse e irse con un semblante helado.

No, aquella mujer no iba a lavarle el cerebro y tampoco iba a permitir que alguien como ella dañe a sus protegidos. Debía salir de aquí y encontrar la manera de sacar a los jóvenes consigo.