ɪɴᴅᴇsᴄʀɪᴘᴛɪʙʟᴇ

580 58 5
                                    

—⌘—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—⌘—

La mansión estaba en completa paz, un poco de ruido se escuchaba mediante la pequeña pelota de tenis que botaba de un lado a otro que siempre regresaba a la mano de Garfield. Leigh leía un libro en el gran sillón y Conner trenzaba el cabello cobrizo de su hermana mientras tarareaba una canción.

—No toques nada. —la voz de Kory obligó a todos a mirar hacia arriba, la tamaraniana entraba a la sala con otra mujer a sus espaldas. Una muy peculiarmente parecida a ella.

—La hermana asesina. —dijo Gar hacia Leigh quien miraba a la nueva chica con el ceño fruncido, algo en ella no le daba muy buen presentimiento.

—Oh Kory, preparaste un regalo de bienvenida. —dijo la mujer mirando a Conner con un tanto de deseo y Leigh no tardó en descifrar aquella mirada por lo cual rápidamente cerró el libro ruidosamente y se enderezó recta para mirar a la mujer con recelo.

—¿Regaló? —alzó las cejas Leigh causando una risa energética en la hermana de Kory.

—Tranquila roja, la tengo bajo control. —Leigh guió su mirada a Kory recibiendo una de calma de la alienígena.

—Eso espero. —dijo la pelirroja sin pena a sonar grosera levantándose.

Su humor no cambiaba, estaba cansada y un tanto estresada con todo el tema de Jason que sólo en lo único que pensaba era encontrar una manera de detenerlo sin tener que lastimarlo, el menor es muy hábil e inteligente. Sería un tanto difícil conociendo que en cuanto lo viera nuevamente bajaría la guardia.

Toco dos veces la puerta antes de abrirla y cerrarla a sus espaldas. Dick descansaba en su cama con un rostro extrañamente sereno, no era habitual verlo así, pero había perdido tanta sangre anoche que Leigh tuvo que pedirle de mil maneras que debía descansar para que este obedeciera regañadientes.

—Hey. —musitó suave Leigh causando que el castaño la mire con una leve sonrisa. —¿Como estas?

—¿Agobiado? Necesito moverme, estoy perdiendo tiempo valioso Lee. —musitó ahora un tanto incómodo el antiguo petirrojo.

—Nos haremos cargo, tú descansa. —se sentó en la esquina de la cama mirando como Dick tomaba su camisa para ponérsela sin cuidado.

Nos haremos cargo. —repitió levantándose casi enseguida obligando a Leigh seguir su paso mirándolo preocupada pero parece ser que Dick sin duda era más fuerte de lo que parecía y aquella herida era como un pequeño rasguño para el. —Vas conmigo.

—¿Es una pregunta? O ¿una...? —iba continuar su frase pero aquella mirada la obligó a cerrar la boca en una sonrisa tímida.

ʀᴇᴅ ʟɪɢʜᴛs ; 𝑅𝑖𝑐ℎ𝑎𝑟𝑑 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛 [Eɴ ᴇᴅɪᴄɪᴏ́ɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora