Kʀʏᴘᴛᴏɴ

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—Leigh .—Rachel sacudía a la pelirroja en búsqueda de refugio, estaba paranoica y Garfield no paraba de dar vueltas en círculos hasta ver que esta se levantaba entrecerrando los ojos por la luz.

—¿Chicos? ¿Que sucede? —refregó sus puños en sus ojos a la par que bostezaba.

—Am, bueno... —Rachel miraba cómplice a Garfield y este se adelantó a soltar toda la verdad con rapidez.

Jason estaba desaparecido, un fallido intento con dar con el Dr Light lo llevo a que lo capturaran, ahora estaba en manos de dos psicopatas que lo matarían en menos de que este protestara como normalmente estaba acostumbrado a hacer.

—¿No pueden solo tocarlos y saber lo que está pasando? —pregunto Garfield y ambas chicas rieron.

—No somos bolas de cristal. —Rachel tomo la mano de Leigh con una sonrisa.

—Entonces tendremos que confiar en que el equipo lo traiga a la antigua. —dijo en una mueca Garfield mirando a ambas chicas.

—Independientemente de que sean menores, excluirlos de todos estos temas es un tanto... egoísta. —murmuró Leigh desviando la mirada al antiguo equipo pasar a la sala de operaciones. —Ya son parte de esto, y rechazar a Jason no traerá buenas cosas.

Pudo jurar que sus ojos resplandecieron a aquel rojo vivo al decir esto último y fue algo que los menores notaron sin preguntar, Leigh era sin duda alguna una caja de sorpresas, nunca se sabía que cosas nueva podría designar
de sus poderes, era algo nuevo para ella.

Las cosas empezaban a ponerse más intensas, puesto a que la torre volvía a presentar los mismos problemas con el temperamento y esta vez fue con Garfield y Rachel quienes sus gritos se escuchaban por toda la torre.

—¡¿Como?! ¡Ni siquiera podías controlarte en la sala de entrenamiento, Leigh tuvo que controlarte!

—¡Primero que nada! ¡Mis poderes están bien! ¡Si hubiera estado ahí lo hubiera convertido en polvo! ¿Tu que hiciste? ¿Le gruñiste?

—¡Vete al diablo!

—¡Gar! —Leigh entro al instante al escuchar a los jóvenes pelear y Rachel volteo con rapidez para alcanzar a Leigh hasta sus brazos.

—Alerta. Alerta de seguridad. Puerta principal. Acceso denegado. —La computadora  notifico el sensor de movimiento y en la pantalla de mostró a una mujer de peculiares cabellos hablándole a la cámara alegre.

Rachel salió de los brazos de Leigh y corrió hasta el elevador a recibir a la mujer. Kory Andders, una tamaraneana y no cualquiera, una de la realeza se mostró hacia ella con amabilidad. Su padre le había hablado un poco sobre Tamaran, era otro planeta, uno un tanto estricto con la realeza, esto la hacía pensar mucho sobre lo que le contó su padre, ¿realmente lo era? ¿Porque estaba aquí, entonces? Muchas preguntas y fáciles respuestas que podría dar Kory pero no era el momento para hacerlas, ya habrá tiempo después.

Rachel hablaba con Kory mientras Garfield admiraba acostado a Leigh meditar en su cama. Esta levitaba encima de la cama con sus ojos totalmente cerrados, esto era sin duda una buena mecánica para poder tener control de sus poderes, si ya bien no podía controlarlos o no sabía lo capaz de lo que podría lograr con ellos, esto le ayudaba a estar tranquila, a conectarse con lo que sea que fuese el centro de su poder.

Leigh. —la voz de Rachel en su mente la hizo dejar de levitar al instante para levantarse como un robot hacia el salón principal dejando a Garfield desconcertado y no tardo en seguirle el paso a zancadas.

Alzó su mano cubriendo a Rachel en la neblina rojiza dejándola atrapada en el aire así suprimiendo los poderes de la menor y miró desafiante a la otra joven de cabellos grisáceos.

—Abajo. —deslizó sus dedos hacia la joven obligándola de rodillas ante ella con sus poderes.

Deshizo su poderes al rededor de Rachel y esta corrió a disculparse al ver a las reliquias llegar armando un alboroto al ver la neblina al rededor de la otra joven, era retención. Nunca hizo daño pero sirvió para callar bocas de los disgustados titanes antiguos.

—Gracias. —Dick susurró en su oído para dirigirse hasta Rose y esta deshizo sus poderes alrededor de ella para retirarse siendo observada con rivalidad por la pareja.

Grayson se encargo de incluirla también en el rescate de Jason y Leigh estaba más que dispuesta a aceptar halagada de ir con ellos y ayudar en lo que pidiese, si bien, no conocía mucho de sus poderes, si podía controlar la telekinesis a un punto perfecto y esto sería de gran ayuda para el equipo.

[...]

Miraba sus manos inquieta afuera del edificio que le pidió Dick posicionarse, algo andaba mal, Grayson no contestaba el comunicador y todos empezaban a maldecir a Dick por cambiar de planes repentinamente.
Los disparos empezaban a alertar a todos los ciudadanos incluidos los antiguos titanes, Dick decidió ir por su cuenta y esto significaba problemas, el no podía hacerlo solo pero ¿que esperaban de un protegido de Bruce Wayne? Iba a entregarse heroicamente.

—Maldición. —murmuró Leigh mirando hacia arriba donde los disparos eran más que fuertes desde donde se posicionaba.

Dio la vuelta para intentar subir al edificio desde adentro pero un temblor la hizo sacudirse alertada, una explosión la obligó a mirar hacia arriba donde pudo encontrar a Jason sostenerse con fuerzas del ventanal y Dick tratando de salvarle.

—Mierda, mierda. —emperezo a sudar frío, sentía como sus impulsos eran inmovilizados por la adrenalina del momento.

No fue hasta que escucho el desgarrante grito del mayor y el menor se combinaron en uno al su guante resbalarse de las manos de Dick así viendo en cámara lenta como Jason caía al vacío.
Fue ahí cuando sus instintos reales salieron a flote y sus poderes hicieron lo inevitable; se impulsó con ambas manos hacia el petirrojo que gritaba de terror al apreciar su muerte más segura.

Pero esto no fue todo, sus pasos fueron seguidos por un desconocido quien voló hasta ambos y tomó con fuerza a Leigh y Jason de la cintura quienes se abrazaban con fuerzas al ser los instintos de pelirroja extintos por las alturas, después de todo no fue una gran idea pero intentarlo era lo que valía por oro y era de lo cual Jason estaría agradecido toda la vida.

—Quien quiera que seas... no sé cómo agradecerte. —musitó Jason ayudando a Leigh a levantarse asegurándose de que se encontrara bien con una sonrisa.

—Me alegra poderte habido ayudar...

Sonrió el pelinegro pero su sonrisa fue remplazada por una de molestia al escuchar un sonido de bala, esta no la podía sentir pero al examinar el sitio su rostro se desfiguró al ver a Leigh presionar su estómago mientras chillaba de dolor.

—¡Leigh! —gritó Jason cubriéndola con su capa así esquivando ciertos disparos hacia ella.

En un fallido intento del desconocido de protegerlos nuevamente recibió dos disparos dejándolo en el piso al igual que Leigh quien tomaba su estómago repleto de sangre llorando en agonía. ¿Como podía tan solo ser herida?

—Kryptonita. —musitó con dificultades mirando a Jason quien abrió sus ojos a la par para ambos mirar al joven quien también agonizaba a su lado.

No fue tarde que Grayson llegara a la escena con Kory a sus espaldas. Jason pedia que salvaran al joven y así lo hicieron, llevaron a ambos a la sala de enfermería mientras Leigh iba perdiendo cada vez el sentido, tenia tantas preguntas para el nuevo chico, su rostro, era tan familiar...

—Resiste Lee, resiste. —murmuraba Dick acariciando los cabellos de la pelirroja quien no paraba de mencionar a su padre.

A este punto estaba más que seguro de que su padre podría escuchar los lamentos de su pequeña, y si era así estaban en problemas. Muy graves problemas.

ʀᴇᴅ ʟɪɢʜᴛs ; 𝑅𝑖𝑐ℎ𝑎𝑟𝑑 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛 [Eɴ ᴇᴅɪᴄɪᴏ́ɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora