ғᴇᴀʀ

1K 100 7
                                    

—⌘—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—⌘—

Miraba la escena sin decir palabra alguna, ahora más que nunca creía plenamente que sus palabras tenían repercusión. Hank había llegado con una bomba incrustada en el pecho, justo en su corazón, todos parecían maníacos tratando de encontrar la manera de quitársela sin explotar en pedazos al hombre quien bromeaba con lo sucedido cada que podía tratando de ocultar su nerviosismo. A pesar de ello no podía evitar sentirse un tanto bien al saber que Hank ahora estaba probando un poco de lo que merecía, claro, esto sonaba demasiado mal, lo odiaba pero no quería que el pobre imbecil muriera.

—Te escucho.

Richard atendió tu celular llamado la atención de todo el equipo y Leigh no dejo pasar esa oportunidad para escuchar la voz de Jason al igual que Conner quienes escuchaban el triple gracias a su híper habilidad auditiva cortesía de su padre.

—Ya era hora, y ¿mi amiguito Hank? —sonrió cínico.

—Lo que sea que quieras, matar a Hank, no es la forma. —ladeó su cabeza sintiendo un nudo en su estómago llenándola de miedo.

—¿Aún quieres decirme que hacer?

—¡Ya basta! Dime cómo lo detengo. —perdió su paciencia Grayson obligándola a caminar cautelosa hasta el.

—Entregarán cincuenta millones de dólares en oro hoy en la central de Gotham. —apretó sus labios sintiendo rabia por no tenerlo de frente, sabía que Dick no se iba a controlar si eso pasaba. —Si quieres que Hank no sea un rompecabezas, tráeme el oro.

—El dinero no te interesa. —desvió su mirada a Leigh quien la bajó al instante, la había pillado. —Podría transferirtelo y fin del asunto.

—Y ¿quitarle a Gotham un buen show, niño del circo? —se burló. —Tráeme el oro y desactivare la bomba.

—Eso no pasará.

—Hazlo a tu modo Dick, siempre termina bien.

La misma discusión la hizo apartarse del equipo, ella no quería entrometerse, sabía perfectamente que aunque Jason fuera un psicopata ahora, no había manera de que ella lo dañase, se lo había prometido y mantendría esa promesa en pie sin importar lo que pase. ¿No es así?

—Lee. —la voz melodiosa de Richard la sacó de sus pensamientos. Este la miraba con preocupación mientras descansaba su mano en su hombro. —¿Estas bien, linda?

Deslizó su mano hasta su mejilla para dar leves caricias dejándola a su merced al ver cómo está cerraba sus ojos recargando su cabeza en su mano así disfrutando su tacto.

ʀᴇᴅ ʟɪɢʜᴛs ; 𝑅𝑖𝑐ℎ𝑎𝑟𝑑 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛 [Eɴ ᴇᴅɪᴄɪᴏ́ɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora