CAPÍTULO 8

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Se miro al espejo y miro a otra mujer, totalmente distinta. ¿Por qué se había dejado de ponerse pantalones que se ajustaran a sus piernas y resaltaran su cintura? Mira el reloj y se dio cuenta de que llegaba tarde, tomo el bolso y tras colgárselo se puso la gafas de sol y salio de la habitación.

-Si necesitas ayuda solo avisa - Juliana la miro fijamente -Estare encantada de ir y darle una paliza.

-No tardare -Solo respondio eso y salio de la casa.

Cuando atravesó la calle que separaba el portal del edificio del parque vio a sus hijos en el centro de este. Damián estaba tomado de la mano de sus dos hermanos, los tres mirando a todos lados en busca de su madre. Y Sebas de pie junto a ellos, como de costumbre concentrado en su teléfono que parecía mucho mas importante que sus hijos.

-¡Mamá! -Alexander grito al verla.

-¡Mami! -Liam fue el siguiente mientras que Damian tiraba de sus hermanos en dirección a ella.

Ella caminaba hacia sus hijos con prisa, con energía, en ese instante Sebastián levanto la vista del teléfono y sus ojos se cruzaron. Pudo ver la sorpresa en su rostro, noto como la miraba de arriba abajo y fruncía el ceño, después volvió a su habitual frialdad.

-¡Mis niños! - Calle se agacho a abrazar a los tres.

-¡Ma! ¡Ma! -Damian se agarro a su cuello como si temiera que volvieran a alejarla de ella.

-¿Se portaron bien? -Pregunto mirando a Liam y Alex mientras depositaba un beso en la cabeza de Damian.

-Si mamá -Alex asintió sonriente.

-Asi me gusta -sonrió y después se incorporo, se sorprendió al ver que Damian se agarraba de su pantalón con fuerza -Cariño, no me voy a ir. -miro de nuevo a Alex y Liam y suspiro -¿Por qué no llevan a Damian a los columpios? Papá y yo tenemos que hablar.

-Vale -Liam agarro a su hermano pequeño de una mano y Alex de la otra. Los tres juntos se marcharon caminando hacia los columpios que estaban al lado.

-No se alejen de aquí, eh -ella les observo y después se giro para mirar a Sebastián -Siento haberme retrasado.

-¿Estabas ocupada? -El levanto ambas cejas visiblemente molesto.

-No eres tu el único que tiene cosas que hacer -Respondio bruscamente.

-Tenemos que aclarar ciertos asuntos del divorcio - Sebastián cuadro los hombros -Quizás podamos llegar a algún acuerdo.

-Lo referente al divorcio tendrás que tratarlo con Mario - Calle le interrumpió -El es mi abogado.

-¿Entonces de que querías hablar? -El frunció el ceño.

-De tus hijos -y su respuesta fue brusca -De que te los has llevado un fin de semana y han pasado todo el tiempo con la niñera. Solo te han visto una noche.

-He tenido mucho trabajo -El la miro fijamente.

-Siempre tienes mucho trabajo - Calle apretó la mandíbula -Dime ¿Te ha ayudado tu secretaria con el trabajo? Ahora que vive en nuestra casa será más fácil.

-No tengo ganas de discutir -miro hacia otro lado -Y menos de escuchar tus reproches.

-Y yo no tengo intención de reprocharte y menos de discutir contigo - Calle aguanto las gansa de gritar -Ya no eres mi marido, lo que hagas me importa una soberana mierda -y el la miro sorprendido -Solo me importan mis hijos. No quiero que salgan lastimados con todo esto -lo miro a los ojos -Y no creo que entiendan como su padre les presenta a esa mujer que vive en nuestra propia casa.

UNA NOVIA PARA MAMÁ (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora