Love Of Letters

Capítulo 010

Amelia Hawke

Me encontraba por segunda vez sentada en la taza del baño mientras mi tío Max limpiaba las heridas de mi espalda en silenció, los dos sentimos como mi padre se paró detrás nuestro en la puerta del baño pero nadie dijo nada, simplemente nos veía hasta que volvimos a escuchar sus pasos yéndose, creí que todo seguiría en silencio pero mi tío hablo.

-Prometo que nos iremos de aquí Lia- Susurró al no estar seguro si mi padre escuchaba, yo simplemente asentí con la cabeza mientras una pequeña lágrima corría por mi mejilla.

Cuando termino de limpiarme puso unas enormes gasas que cubrían las heridas para evitar una infección, bajo mi blusa y siguió limpiando mi lado de la cara que estaba llena de golpes, puso unas benditas en donde estaba abierto y acompaño lo demás con una pomada para el dolor y la inflamación, cuando termino acarició mi cabello y me mandó a dormir un rato, pero para ser sincera no pude siquiera cerrar los ojos, era como antes, sentía que mi alma no estaba en mi cuerpo, simplemente me sentia como un títere sin su titiritero.

Realmente no se cuánto tiempo estuve así, pero debió ser mucho ya que recibí una llamada que al contestar escuche la voz de mi amigo Robin hablar por la otra linea preguntando que había pasado, de verdad se escuchaba preocupado.

-No te preocupes Robin, simplemente me resfrié y veré si mañana puedo asistir- Respondí con un tono de alegria que disfrazaba mi tristeza.

-Más te vale venir mañana porque Vance Malandro está furioso, dijo algo de la biblioteca y estudiar, cosas que claramente no van con el- Dijo curioso agregando un tono de cuestión a su voz.

-¿De verdad?- Pregunté alzando levemente la ceja, creo que lo mejor seria asistir mañana pero no podía permitir que la gente me viera en este estado, sabía que empezarían a hacer preguntas aunque realmente lo harían por morbo.

-Si, se escuchaba realmente enojado pero cuando pregunto por ti y le dijimos que no te habíamos visto hizo una expresión de preocupación- Afirmo con tono coqueto en su voz intentando molestarme otra vez.

-No te creo, pero de igual forma pídele disculpas de mi parte a Vance y dile que espero volver pronto- Eso no era mentira, algunas veces prefería estar en la escuela que en mi casa ya que en esta me sentía bastante sola e insegura, estaba completamente segura que no era un lugar a salvo.

-Esta bien Lia, tengo que ir a comer pero sabes que cualquier cosa que necesites puedes llamarme, hasta mañana- Se despidió rápidamente dándome apenas tiempo para despedirme.

Apenas colgue el teléfono escuché pasos detrás de mi, cerré los ojos acompañado de un ligero suspiro y voltee, pero para mí suerte se trataba de mi tío con una bandeja de comida, me miró con una sonrisa y avanzo.

-Se que no tienes ganas de ir a comer así que te traje la comida- Hablo alegre dejando la ya mencionada bandeja sobre la cama a un lado mío.

-Tío, ¿Crees que mañana me dejen ir a la escuela?- Pregunté esperando un rotundo no por respuesta pero mi contrario lo pensó un poco.

-¿Tú quieres ir?- Respondió cuestionándome dejándome aún más confusa, realmente no sabía que decir, una parte de mi quería ir a la escuela y estar con mis amigos, pero otra parte de mi no quería siquiera moverse de la cama.

-No lo se...- Solté sin mas llevando mi vista al suelo de mi habitación, sabia que la gente empezaría a hacer preguntas y la excusa de la caída en estos momentos era inútil y el típico asalto ya era algo absurdo.

-Piénsalo un rato, pero si tu quieres y puedes ir con gusto te llevare ¿Si?- Sugirió aun dejándome pensando sobre eso, me dio una pequeña caricia en la cabeza y salió de mi cuarto dejando la bandeja de comida a lado mío, pose mi mirada sobre esta, mi estomago rugía exigiendo comida pero el simple hecho de comer me causaba nauseas.

Después de dormir un rato decidí que quería ir a la escuela ya que era mejor ir ahí que estar en casa encerrada con mi padre, intente levantarme de mi cama pero fue casi imposible por el ardor que sentía en mi espalda, al estar completamente de pie sostuve la bandeja de comida que seguía llena y la puse sobre el escritorio, a paso lento camine hasta la sala donde se encontraba mi padre, sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo al ver sus ojos sobre los míos pero simplemente me ignoro y camine hasta el cuarto de mi tío Max donde me encontraría con este acostado sobre su cama.

-Creo que si quiero ir mañana a la escuela- Solté acompañado con un suspiro, mi tío rápidamente dirigió su vista hacia mi y se sentó en la cama.

-¿Estas segura?- Cuestiono dirigiéndose hacia mi posando sus manos sobre mis hombros con preocupación en su rostro.

-Si, prefiero estar allá que aquí y para mañana la hinchazón se habrá ido, solo quedaran las heridas y uno que otro moretón- Hable apenada bajando la vista haciendo que mi tío Max me diera un beso en la frente y asintiera en forma de aprobación.

-Ven, vamos a comer algo, se que no has tocado el desayuno y no puedes andar con el estomago vacío- Dijo tomándome del hombro yendo hasta la cocina donde me serviría pasta roja para comer, la verdad no tenia ganas de probarlo pero mi estomago pedía comida así que empecé a comer poco a poco y con ayuda del agua pasaba cada bocado.

Mientras comía mi tío simplemente me miraba con una sonrisa asegurándose de que estuviera bien, toda la casa estaba en silencio a excepción de los ladridos de Sansón quien se encontraba muy alterado al escuchar gente pasando cerca de la casa, pero eso no me alteraba ni mucho menos, Sansón era un perro lindo el cual podría parecer rudo pero era todo lo contrario con nosotros, al terminar de comer le di las gracias a mi tío y me fui a mi habitación para descansar un poco ya que posiblemente mañana seria un día pesado.

HolaA aquí está el capítulo prometido por el incidente de la semana pasada, espero que "disfruten" estos capítulos ya que aunque son sobre un tema tabú son parte fundamental de esta serie, muchas gracias por leer y ahora sí nos vemos hasta el próximo lunes.