Miraba al tranquilo cielo azúl.
Desde el exterior podría parecer que él también lo estaba, pero la verdad es que su mente entera estaba hecha un bullicio interno que lo desconectaba de la realidad.
Sus días se habían vuelto un mar de estrés luego de comenzar a experimentar extrañas manifestaciones: jaquecas sin motivo aparente, flasheos de confusión durante el día, y sobre todo un sueño que lo perturbaba cada noche.
Había ido con Sapo Peta un par de días después de haber empezado a tenerlo, y lo único que le pudo recomendar el chamán (con los pocos detalles que le dio) fue anotar esa pesadilla en un cuaderno con el fin de hallarle un sentido, ya que esa podría ser la razón de que se repitiera una y otra vez. Sapo lo explicó como algo que el subconsciente considera importante meditar y/o recordar y que no dejaría de tenerlo hasta que tuviera una explicación; aunque sinceramente, no sentía en absoluto que estuviera funcionando.
Había andado por casi una semana así y a pesar de sus notas y las preguntas que escribía para intentar darles una solución, no había llegado a gran cosa. Llevarlo consigo y releerlo en sus tiempos libres estaba siendo una acción completamente inútil que en vez de ponerlo en reflexión, sólo hacía que su cabeza sea vueltas. Estaba harto.
– Hola, Quacks.
La voz de la única persona que lo llamaba de esa forma interrumpió sus pensamientos y rápidamente se guardó el libro en el interior de sus sudadera. Se giró lo suficiente para ver al castaño y lo saludó un tanto apagado.
– Hola, Lusu– Lo vio sentarse a su lado con un ademán algo flojo. Por su suéter arremangado hasta los codos y sus herramientas en el cinturón, dedujo que había estado por ahí farmeando.
– ¿Cómo vas? ¿Te han servido las pastillas?– Preguntó, haciendo abanico con su mano para lanzar aire hacia su cara. Estaba acalorado por el arduo trabajo que recién había terminado. El de gorro dudó un poco.
– Eh, más o menos– Desvió la mirada– Los dolores se han calmado, supongo– Se quedó en silencio abrazando sus rodillas, estando algo nervioso de su inesperada visita (aunque en realidad estaban en el campo). El mayor lo miró extrañado.
Aún con su máscara puesta impidiendo ver su verdadera expresión, estaba consiente de algo no andaba bien. Desde hace días el pato había estado extraño; más apagado de lo normal y eso le preocupaba. Quackity no era alguien calmado ni serio, todo lo contrario, siempre tenía alguna forma de entretenerse y mostrar su hiperactividad. Incluso cuando estaba perezoso o con sueño, todavía se le veía muy energético, así que estaba dudoso de lo que le pasaba en realidad.
– ¿Sólo eso pasa?– Se inclinó tocando sus tobillos– ¿Necesitas hablar de algo?– Quiso saber, preguntando con suavidad para que el otro no se echara para atrás. Éste hizo una mueca.
– ¿Que si necesito? Pues...– Pensó en su libro y se quedó inmóvil. Había evitado compartir información con los demás por una razón, y eso mismo lo hizo observar los ojos pacientes de Luzu, sonriendo con pena- Aunque quisiera, no sé cómo explicarlo- Admitió honesto, haciendo al contrario ladear la cabeza con intriga.
– ¿El qué?
– Bueno, es que...– Ya sabía que su amigo intuía algo, no era tonto, no tendría mucho caso ocultarle algo, pero la cosa era, ¿Qué le diría? Ni siquiera él sabía qué pasaba, así qué cono alternativa, sé fue a lo general sin saber hasta dónde llegaría. Sé acomodó para que sus piernas apuntaran al mayor y divagó un poco- Me... Siento raro. Desde que me empezó a doler la cabeza he tenido... Un sueño muy extraño.
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𝙋𝙚𝙧𝙙𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙀𝙣 𝙀𝙡 「𝙎𝙈𝙋」 KarmalandV×DreamSMP [HIATUS]
De TodoEn busca de su compañero Quackity, los heroes del server tendrán que viajar a otro mundo, uno totalmente desconocido y diferente a su natal Karmaland. En el transcurso de su travesía descubrirán mucha información sobre una vida llena de tragedia, y...