𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐 𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉 . (𝘣𝘭𝘢𝘤𝘬 𝘤𝘭𝘰𝘷𝘦𝘳)

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      —Yuno... ¿Sabías que me cambiaste la vida?—mencionó dando vueltas al trébol que sostenía entre sus dedos.— Gracias por eso.

      —¿Y ahora que mosca te picó?—se acercó al chico y se recostó a su lado—¿O es que quieres desahogarte? Si es así, soy todo oídos.

     —No es nada de eso. Solo quería resaltarlo por qué recordé... Muchas cosas...

     —¿Oh, sí? ¿Y como que cosas?

     —Mmm... Como una vez que me cargaste por qué me desmayé y desperté en un lugar extrañísimo... En otro país.

      —... Eso no lo recuerdo.

      —Pues yo sí; como si hubiera sido ayer.—Se levantó del suelo y se estiró bostezando.— Pero como sea... Uhhh... Tengo una misión fuera de aquí.

      —¿Misión? ¿Desde cuándo obedeces misiones?

      —Desde que me agrada la misión en sí. Tengo que encontrar a un humano y convertirlo... Ya sabes en qué.

      —¿No estaba prohibido?

      —Es una ocasión especial que me favorece a mí y a la Reina.

      —Suspiró— "¡Oh Gran y misterioso Asta! ¿podría dignarse a saciar está intriga sobre su misión?" — Sarcástico.— ¿Así o más educado?

      —Yuno, enserio que un día de estos beberé de tu sangre.— Masculló molesto. Desvió la mirada y dio la vuelta hacia la salida del bosque.— Cómo sea, me favorece a mí por qué puedo tener a alguien en quien confíe dentro del territorio y a la Reina por qué puede tener a alguien acá dentro... ¡Como un mensajero híbrido!

     —Pues buena suerte con tu búsqueda de espía, yo voy a salir.

     —¿¡Otra vez!? ¡Vamos, no me digas que...!

     —Sí señor. Con mi ahora novia Vermilion. No sabía que necesitaba tu permiso para salir a verla...

     —¡No me refería a eso! Es solo que... Últimamente sales muy seguido con ella...

     —¿Estas... Celoso...?

     —¡Vete a la mierda, Grinberryal!

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𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝

     —¿Enserio me hiciste venir por esto?

     —¡Sí! ¿algún problema, oh, gran príncipe?

      —Sí, gran y obediente sanguijuela. ¿No era una "misión"?

      —Pues...— Mencionó apresurando el paso.

      Los cielos estaban teñidos de azul y el celaje se veía como algodón. Las hojas del bosque hacían una melodía con el soplar del viento, y a pesar de que la brisa era suave, se sentía fría y áspera.

      —Se siente tétrico, Asta. ¿Es que me llevas a una cita romántica? Pues tienes pésimo cuidado, debiste de haber revisado el clima primero.