Escenas borrosas. (l.s)

Capítulo 1.

Sus pálidos labios se curvaron con ligereza mientras batía sus pestañas, parecía la chica más adorable e inocente, en realidad lo era. Trataba de convencer a Harry de cometer una locura, una verdadera atrocidad.

El mencionado era un mar de lágrimas, chorros de ellas corrían por sus mejillas sin permiso alguno. Por más que pensaba no quería hacer lo que la chica en cama deseaba, fue entonces cuando las débiles manos de Hazel se deslizaron hasta las torpes y temblorosas de Harry, en estas dejando un pequeño frasco.

Ninguno hablaba, llevaban poco más de una hora con el mismo melancólico y pavoroso tema. Ella finalmente parecía convencerlo.

Harry la veía con tristeza y desespero, perplejo sostuvo el frasco mientras tomaba todo el aire que sus pulmones le permitían para, segundos después, exhalar con lentitud. Sus nudillos comenzaban a ponerse blancos de tan fuerte que apretaba el pomo, su cuerpo entero comenzó a temblar y el corazón le bombeaba a un ritmo acelerado. Tragó saliva en un patético intento por deshacer el nudo que yacía en su garganta.

Y lo hizo.

Había inyectado una fuerte dosis de una droga parecida al veneno en el vulnerable y pálido cuerpo de su querida.

Fue así como todas aquellas promesas se iban lentamente por el desagüe y si eso no había matado a Harry, entonces estaba medio vivo.

Sus miradas se cruzaron por última vez, ambos amándose a través de estas.

Una frágil sonrisa se había formado en los labios resecos de Hazel y sus párpados cayeron ocultando el azul de sus ojos, fue entonces cuando su pecho dejó de subir y bajar.

Instantáneamente el tétrico pitido del monitor cardíaco se hizo presente terminando de confirmar a los oídos del mayor que su querida había muerto.

El ruido del monitor dejó de ser relevante ante el mayor pues una oleada de murmullos comenzaron a colarse en la habitación.

Era el fin de Hazel Lark y el infierno de Harry Styles estaba comenzando.