SEUEPEPMYELNB

[CAPITULO 16]

Lentamente abrí los ojos ante sus palabras. Entonces, Kalisten con una apariencia ascética me miraba.

"Guau... ."

"...."

"Nunca te había visto tan limpio".

Pareció un poco desconcertado por mi comentario.

"¿Eso es todo lo que tienes que decir?"

"¿Oh? Bueno... er— ¡No vi nada!"

"... Correcto."

Con una mirada sutil en sus ojos y una mandíbula rígida me miró. Después de un momento abrió la boca de nuevo,

"Regresemos".

"Ah, sí".

Es inusual estar afuera al amanecer, no importa a solas con alguien, en las duchas, juntos, de todos los lugares.

Kalisten.

"Sí."

"... ¿Podrías dejar de pelear con los investigadores?"

Cuando estábamos a punto de llegar a su habitación, le dije lo que tenía en mente sin pensar.

"¿Por qué?"

"Odio cuando te lastimas. Como dije antes, quiero llevarme bien contigo.

Así que es difícil para ti destruir el laboratorio y matarme.

Si es posible, ¿podrías simplemente destruir este lugar y dejarme ir?

Lo miré a los ojos como pidiendo un deseo.

"En realidad."

Su mandíbula rígida ante mi explicación incitó y con un semblante suave y solemne dijo ambivalentemente:

"Lo pensare."

*  *  *

¿Quizás Kalisten escuchó mi pedido? Porque cuando llegué a darle de comer, allí

No había nada más que una restricción colgando alrededor de su cuello.

Sin embargo, sus ojos se veían muy nublados debido a las drogas que inducen la excitación.

Kalisten.

Levantó la vista en respuesta a mi llamada. Pero cuando me miró a los ojos, se sintió como si realmente no me viera y estuviera viendo otra cosa.

Las habilidades de Esper se descubrieron solo con un 'catalizador' estimulado por un estimulante; aquí en el laboratorio, a menudo era de la variedad de drogas.

El problema era que las calificaciones altas como Kalisten no se manifestaban con la mayoría de los estímulos.

Los rangos A como yo a menudo expresamos habilidades inútiles incluso si nos manifestamos. En cambio, nuestros despertares no fueron difíciles. Algunos tuvieron incluso más suerte, a veces su rango cambiaba a medida que aumentaba su magia.

Fue por eso que aquellos de nosotros que estábamos calificados como A y sin poderes no fuimos descartados de inmediato.

Entre la clase A con la que había interactuado, había una persona que desarrolló la habilidad de borrar grafitis. Si alguien escribiera algo en un papel con un bolígrafo, podría borrarlo.

Dado que sus habilidades permitieron quitar las manchas de la ropa, se trasladó a la lavandería para limpiar las batas de los investigadores.

"Aselia."

"Sí."

"Aselia..."

Cada vez que pronunciaba lastimosamente mi nombre, la empatía que sentía se hacía más grande.

Aún así, no parecía tener tanto dolor como antes, después de sus rebeliones.

"¿Quieres alimentarme o quieres comer solo?"

Kalisten parecía preocupado y ansioso. Aunque ahora tenía las manos libres, su estado estaba empañado por las drogas.

"Quiero alimentarte, Kalisten"

Dije para proteger su autoestima.

"Bien,"

asintió inconexamente. Agarré la bandeja y me senté cerca de él. Luego se alejó.

Me reí a carcajadas involuntariamente.

"Tengo algo delicioso hoy".

"...."

"Hoy toca ensalada de boniato".

Me burlé de él desde la última vez que odiaba más las batatas.

Parpadeé sin comprender porque extrañamente pensé que lo vi sonriendo.

Él también me miró sin comprender.

Su cabello negro estaba cuidadosamente recogido hoy. Y el uniforme de laboratorio que llevaba puesto era el mismo que se había puesto ayer. No había sangre.

"Tu amigo."

¿Félix?

"Sí."

"...."

"... ¿Qué tan cerca estás?"

"Umm, a veces nos ayudamos unos a otros. Ahora que lo pienso, se veía bien cuando recuperamos la comida antes. Así que no te preocupes.

"No me preocupo".

"Correcto, por supuesto,"

Aplaqué su respuesta como si estuviera siendo un niño tímido de seis años que estaba demasiado avergonzado para admitir que estaba preocupado por alguien y comencé a acariciarle el cabello distraídamente. Me di cuenta de lo que estaba haciendo mientras lo acariciaba y me congelé, pero él estaba aceptando mi toque en silencio y con calma.

Me di cuenta de cuán inmensamente lo estaba afectando este narcótico.

"¿Deberiamos comer ahora?"

"Por supuesto."

Saqué la ensalada de camote y se la di. Luego, lo tomó con la cara en blanco. Se sentía como alimentar a un pájaro. Mientras lo observaba masticarlo lentamente, admiré la vista.

Su cuello era grueso.

Su clavícula debajo era recta, con hombros anchos, de marco cuadrado y fuertes.

Que cuerpo musculoso.

Sin darme cuenta, mis pensamientos cayeron en un lugar extraño.

debería levantarme

"¡Vaya!"

Pero me agarró la mano con la cuchara cuando estaba a punto de moverme, sobresaltándome. El plato que puse en mi muslo ya había sido agarrado y apartado.

¿Cómo fue tan rápido mientras estaba drogado?

"Aselia."

"¿Qué ocurre?"

Se inclinó contra mí y apoyó la cabeza en mi hombro.

"Extraño. Cuando estoy contigo, me siento tranquilo".