SEUEPEPMYELNB

[CAPITULO 11]

"Llegas tarde."

La persona que espera detrás de la puerta es Z-898.

Alexis Rainier, el Esper con la habilidad de fortalecer su cuerpo.

La persona que descubrió que yo era una mujer.

Me miró con curiosidad y dio un paso atrás.

"Sí, lo siento, llegué tarde".

"Nombre."

"¡Soy el número A-702!"

"Nombre."

"¿Qué?"

"Su nombre."

Después de algunas dudas iniciales, abrí la boca y respondí a su pregunta persistente.

"A-Aselia."

"¿Aselia?"

"Mi nombre es Aselia."

"Ya veo."

Alexis no preguntó más como si hubiera perdido el interés después de saber mi nombre. Aunque era de noche, su sala de entrenamiento privada estaba tan iluminada como el día. Brillantes luces LED iluminaron la habitación.

Tal vez por eso era difícil ver las estrellas en el techo de cristal transparente.

"Que."

"Sí."

Saqué algunos artículos de la bolsa. El entrenamiento se podía hacer solo, con un miembro de clase inferior o con la ayuda de investigadores. Estaba claro que yo asistiría solo a su entrenamiento personal.

Los problemáticos grado X matarían intencionalmente a los subordinados como excusa para el entrenamiento.

Si alguna calificación causaba problemas, su calificación se cambiaba a calificación X. El grado X se clasificó en tres clases: X, XX y XXX. Un infractor de grado XXX fue eliminado si se comete un error más.

Pero no podrías obtener una calificación X por matar a una persona inútil, como yo.

Podría obtener una calificación X cuando se cometieran errores o descuidos durante una misión externa o si aniquilara a los investigadores.

Pero si ese fuera el caso, ¿por qué la calificación de Kalisten seguía siendo Z?

"Aselia."

"¡Ah, Sr. Z-898! ¡Lo siento!"

Me sorprendió encontrarme perdido en mis pensamientos frente a él, así que enderecé mi giro y me cuadré. Se paró frente a mí de repente.

Lo llevas bien.

"... sí."

Todo lo que tenía era un arma.

Su entrenamiento era predecible ya que sus poderes se basan en su forma física y los métodos de entrenamiento no son muy diversos.

"Si quieres disparar, dispara".

Este ignorante método de entrenamiento fue ideado por investigadores.

Como era un psíquico de empoderamiento físico y, por lo tanto, al aumentar sus poderes, podía desviar balas con sus propias manos. Pero solo los Espers de alto nivel podían hacer eso.

"Sí, voy a disparar".

Entonces le apunté con un arma y traté de disparar.

Esto apesta. El peso del arma era considerable, era más pesado que la mayoría de las mancuernas. Además, ¿y si una bala rebota en él y me da a mí?

Ugh por qué, por qué yo... Había muchos otros entrenadores de refuerzo de fuerza.

"...."

Pero si no disparo, iré contra Alexis. Entonces podría decirles a los investigadores que soy una mujer. Lo siguiente que sé es que seré desechado.

No puedo morir así, he puesto tanto esfuerzo en la afinidad apenas incipiente con Kalisten.

No podía soportar dispararle de frente, así que apunté el arma un poco deliberadamente. Luego cerré los ojos con fuerza y ​​puse mi dedo índice en el gatillo.

Traté de calmarme con una respiración profunda, pero fue inútil, mi respiración temblaba.

Y-

Apreté el gatillo.

-¡Marcar!

"¿Eh?"

"Correcto."

Volvió a acercarse a mí muy rápidamente y comenzó a hurgar en mi bolso en el suelo. Luego, con un sonido metálico metálico, sacó una caja cuadrada y me la entregó.

"Balas."

"Ah..."

El problema era que no sabía cómo cargar balas en un arma. No quería ofender a Alexis, así que abrí la caja. Luego, con un estruendo, todas las balas se derramaron y rodaron por el suelo.

"Vaya... !"

Alexis me miraba sin comprender. Mortificado y nervioso, traté de recogerlos rápidamente, temiendo que se enfadara.

-¡Marcar!

Cuando me senté, el sonido del gatillo del arma vacía hizo clic.

"Acabas de volarme la cabeza mientras estaba sentado".

"Oh, lo siento, ah... lo siento..."

Había movimiento en su rostro previamente inexpresivo, mientras me miraba, una sonrisa creció en su rostro.

Nunca era una buena señal cuando un Esper emocionalmente privado sonreía.

"¿Sabes cómo cargarlo?"

"... No."

Como si ese hecho fuera muy divertido, su sonrisa creció.

Se acercó a mí, así que no sabía qué esperar, así que adivinando, agarré su mano extendida.

"No-"

"Eh..."

Alexis era una persona extraña. ¿No pediste mi mano?

"Dame el arma".

"Oh, lo siento... ."

En un momento de vergüenza, traté de quitar mi mano, pero él no se movió. Traté de sacar mi mano de su agarre, pero no me soltó.