Jeon Nayeon era hermana de Jungkook, dos años mayor. Recurrió a su consejo porque era una reconocida obstetra, y quién mejor para responder sus dudas acerca de los supresores que alguien que conoce sus efectos. Por eso la llamó, a costa de exponer su vida privada con un omega que ni siquiera reclamó aun, presumiblemente embarazado y que no estaba seguro de que aceptara un lazo para toda la vida.
El silencio se hizo del otro lado de la línea por unos largos segundos, y el alivio de Jungkook pronto se transformó en impaciencia al no escuchar una contestación.
–Nayeon, ¿estás ahí?
–¡Por supuesto que estoy aquí, perro idiota! –estalló la mujer–. ¿Quieres dejarme un minuto para procesar? Todavía sigo en shock.
–Te lo daría si lo tuviera...
–¡No puedo creer que le hayas ocultado a tu propia hermana que ya tenías un omega, Jungkook! –despotricó, furiosa por la omisión de su tan querido hermanito menor–. Y, para colmo de males, ¡lo embarazaste y no te quieres hacer cargo! Tú, chucho malagradecido, ¿recuerdas cuántas veces te enseñaron cómo colocarte un condón?
–Nayeon... –intentó interrumpir la catarata de palabras que le ensordecían el oído.
–Estoy tan enfadada contigo que podría ir hasta allá y pedirle permiso a tu omega para agarrarte del cuello y...
–¡Quiero a sus cachorros! –terminó gritando el alfa a todo pulmón, esperando que eso consiguiera callar a la alocada voz.
Por suerte, fue suficiente.
–¿Cómo que quieres a sus cachorros? ¿No dijiste que...?
–Si es que está embarazado, quiero que conserve la camada de cachorros –reconoció Jungkook, masajeándose la nuca. El tiempo corría y debía hacer algo pronto con el asunto de las feromonas de Jimin–. Su lobo no quiere decirme si lo hicimos sin protección y como ambos estábamos en celo al mismo tiempo, no recuerdo nada de lo que pasó. Ahora sus feromonas de celo me están matando y no quiero volver a perder el control. Trajo con él una tableta de supresores que no estoy seguro de si sería conveniente permitir que tome. No sé si pueden dañar a los bebés y por eso te llamé, para consultarte si es recomendable dárselas.
–Vaya, hermanito. Me pones tan sentimental –dijo Nayeon, con una fingida voz emocionada–. Ya eres un alfa grande, preocupándote por tu omega y futuros cachorros. ¡Me harás tía!
–¿Prestaste atención a lo que te dije? Estoy en una situación crítica. ¡Enfócate! –gruñó el alfa, alterado por la presión de solucionar el lío en el que él mismo se había metido.
–Bueno, relajado, que tú eres el que anda liberando a su lobo sin ningún tipo de control de daños.
»En primer lugar, como no sabes si se cuidaron o no, lo ideal sería que no utilices ningún supresor. Contienen hormonas y todos tienen cierta cantidad de anticonceptivos, por más que indiquen lo contrario.
»Luego tenemos el tema de si él usaba algún tipo de anticonceptivos previamente.
–No tengo idea. Supongo que sí –dudó Jungkook.
–¡¿Cómo no vas a saber?! ¿Acaso no dices que es tu omega?
El alfa se dejó caer en la silla tras su escritorio, previendo que sería una conversación larga si conllevaba una explicación del tipo de vínculo que mantenía con su destinado.
–No tenemos una relación como tal. Él se niega a ser mi omega. Intento cortejarlo desde hace un año y él pasa de mí por estar enfocado en su trabajo. Se enteró por Namjoon de que iba a pasar mi celo con otro omega y apareció en mi puerta, enojado porque iba a acostarme con otro y no con él. Después Kook apareció y bueno, al despertar me encontré con su lado omega.
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Esclavo del Placer ║ Kookmin (Omegaverse)
Fanfiction||Si vas a compartir tu cuerpo con alguien, que sea con tu alfa.|| La vida del omega Park Jimin da un giro tras la muerte de su hermano Yoongi. Envuelto en deudas imposibles de pagar y a punto de perder la casa de su familia, decide prostituirse par...