Capítulo 16

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El estado de Jimin al llegar al hospital era crítico. Necesitó varias transfusiones de sangre tras la nueva operación que le efectuaron y su condición permanecía delicada.

Descansaba en una habitación VIP del hospital de Seúl, pagada por su alfa. Tenía un médico exclusivo a su cargo que se encargaba de monitorearlo todo el tiempo a través de una cámara y solía aparecer para medirle la presión y oxigenación en sangre. Jungkook no tuvo ningún inconveniente en facilitarle las mejores comodidades a su destinado, que descansaba profundamente por el sedante que le administraron.

No se apartó de Park en ningún momento. Pasó la noche a su lado, sin despegarse de él ni siquiera cuando su hermana pasó a verle. Namjoon se encargó de informarle a Nayeon, a sabiendas de que su jefe estaría preocupado por su hijo, a lo que la omega hizo averiguaciones para traerle tranquilidad.

–El cachorro está fuera de peligro –le dijo ella, luego de conversar con el equipo médico que lo intervino y revisar los estudios posteriores a la cirugía. El panorama era prometedor–. Por suerte, ningún órgano importante fue dañado. Le resta recuperarse. Sé que lo logrará porque tiene un alfa bueno esperando por él.

La mirada de Jungkook era cabizbaja. Sentado a un lado de la cama del pelirrosa, no le soltó la mano. La sentía fría e inerte entre las suyas y eso entristecía a su lado animal, que no dejaba de aullar en llamado a su pareja.

–Su lobo mencionó que no pudo hacer contacto con Jimin, ¿sabes qué puede significar? –preguntó.

Nayeon pensó por unos pocos minutos, pero no tenía una respuesta concisa para darle. Había muchos factores a considerar y debían observar la evolución del paciente antes de poder establecer ninguna conclusión.

–Pasó por algo muy fuerte. Quizás su mente sufrió una disociación dejando a su lobo a cargo después del momento traumático, no lo sé con seguridad. Tendríamos que esperar a ver qué sucede cuando despierte. Estoy segura de que los médicos tendrán más certeza que yo.

Jungkook sopesó esa posibilidad, aunque no quería ponerse a revolver mucho de lo sucedido.

–La policía está afuera, Kook –le informó Nayeon–. Namjoon los tiene controlados, pero querrán hablar contigo en algún momento para preguntarte por el autor de esto. ¿Sabes quién pudo haberlo hecho?

La expresión facial del dominante se crispó en un gesto iracundo mientras miraba hacia el suelo. La mano que no sostenía la de Jimin se volvió un férreo puño sobre su regazo, haciendo resaltar sus venas.

–Cuando lo sepa, lo mataré –se limitó a responder.

La omega percibió las feromonas fuera de control y liberó un poco de las suyas para calmar a su hermano. Se acercó a él y le dio un abrazo por detrás de la espalda, brindándole su cariño y apoyo para que no se sintiera solo.

–Baja el nivel de tu aroma –le susurró al oído–. Debes pensar en Jimin y el cachorro. No puedes tomártelo a la ligera. Si descubren que piensas hacer justicia por cuenta propia, te encerrarán. Y no les des motivos para sospechar bajo ninguna circunstancia.

Jungkook relajó la tensión de su cuerpo.

Ir preso no era una opción. Debía ser cuidadoso con lo que haría a partir de entonces porque tendría al departamento de policía encima. El caso de Jimin atrajo incluso a algunos medios locales, pues involucraba al omega de uno de los hombres más ricos de todo Corea. Tenía a un par de periodistas acampando en la puerta del hospital para tener la primicia de una entrevista.

Estaba abrumado. El rostro de su omega continuaba inflamado a pesar de las curaciones y todavía recibía transfusiones para recuperar la falta de sangre en su organismo. Se sentía impotente al no poder hacer nada para mitigar su dolor. No estuvo cuando más lo necesitaba y no estaba haciendo nada por hallar al responsable.

Esclavo del Placer ║ Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora