Jimin entró en la sala de espera con el cuerpo tenso y el corazón pesado. Temía enfrentarse a sus propios pensamientos, pero ya no quería postergarlo.
A pesar de su apariencia pulcra y serena, su interior era un completo caos, el cual lo estaba consumiendo de a poco. Por ese motivo, decidió que era hora de empezar a reconstruir las piezas.
La puerta del consultorio se abrió y la psicóloga, una mujer de mediana edad con mirada cálida y gesto tranquilo, lo invitó a pasar. Su aroma a cítricos flotó sobre él, revelándola como omega.
—Así que eres Park Jimin. Nayeon me ha hablado sobre ti —le dijo, señalándole que se sentara—. Mi nombre es Son Chaeyoung.
—Es un placer conocerla —el omega dedicó una reverencia antes de acomodarse en el sillón de la oficina.
—Bueno, Jimin, quiero que estés cómodo en esta sesión, así que puedes tomarte tu tiempo. No tenemos prisa.
La había contactado gracias a Nayeon, que le pasó el número de una de sus colegas, que trabajaba en el grupo de voluntarios que se encargaban de la interrupción ilegal del embarazo en omegas.
Jimin se removió nervioso, agradeciendo internamente la suavidad en su tono. Se frotó las manos, tratando de relajarse, pero aún sentía esa incomodidad clavada en su pecho. ¿Por dónde empezar? Había tanto que contar, tantas emociones que no sabía cómo ordenarlas en su cabeza.
—No sé qué decir —admitió después de un largo silencio.
La psicóloga sonrió, comprensiva.
—Empieza por donde te sientas más cómodo. Lo que creas que es más importante para ti exteriorizar en este momento.
Jimin respiró hondo y comenzó a hablar, aunque su voz salió más baja de lo que esperaba.
—Perdí a mis cachorros —dijo, las palabras eran un susurro, como si admitirlo en voz alta le pesara—. Hace poco más de un mes.
La psicóloga lo observó con atención, sin interrumpirlo, permitiéndole continuar.
—Me ha sido... muy difícil aceptarlo —agregó, su mirada cayendo al suelo—. Y siento que no me di el tiempo o el espacio para procesarlo como debería.
Chaeyoung se inclinó un poco hacia adelante, mostrándole su atención plena.
—Perder a tus cachorros debe haber sido devastador, Jimin. Es natural que te sientas abrumado. La pérdida de alguien, o en este caso, de ellos, es algo que no se puede superar con rapidez. Cada persona lo vive de manera distinta, y está bien que te tomes tu tiempo para entender cómo te sientes.
Jimin asintió, pero el nudo en su garganta se mantuvo firme.
—Intenté ser fuerte, sobre todo por mi alfa, por Jungkook. Él... no lo ha tomado mejor que yo —confesó—. Estaba inquieto, preocupado por mí, intentando ser atencioso. Pero sus actitudes sólo hacían que me sintiera peor, al borde de romperme. Y culpable por las decisiones que necesitaba tomar.
—Supiste reconocer esa sensación de agotamiento, de sentir que no puedes más. A veces, tratar de ser fuerte por los demás nos impide procesar nuestro propio dolor. Cuéntame un poco sobre cómo te sientes al respecto.
Jimin se mordió el labio inferior, buscando las palabras.
—La realidad es que estaba atrapado en un tipo de relación que no era lo que deseaba, y aguantaba todo sólo por los cachorros. Era la vida que Jungkook quería. Él es un alfa increíble, me ha cuidado en todo momento, pero... creo que me estaba perdiendo a mí mismo. Necesitaba tiempo para asimilar las cosas a mi manera sin sentirme asfixiado.
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Esclavo del Placer ║ Kookmin (Omegaverse)
Fanfiction||Si vas a compartir tu cuerpo con alguien, que sea con tu alfa.|| La vida del omega Park Jimin da un giro tras la muerte de su hermano Yoongi. Envuelto en deudas imposibles de pagar y a punto de perder la casa de su familia, decide prostituirse par...