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Kyle no sabía exactamente qué ocurría. Escuchaba algunos de los gritos provenientes de la discusión entre Stan y Cartman, pero no eran del todo entendibles. Supuso que por esta ocasión se lo dejaría todo a su súper mejor amigo, aunque no le agradaba mucho la idea. Era aburrido esperar dentro de ese baúl que apestaba a perro muerto ¿Por qué carajos tenían a ese animal encerrado ahí? Sabía que los góticos eran raros ¿Pero qué tanto?

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó aproximarse unas voces familiares.

Eran voces apagadas y sombrías. No como la de susamigos que a pesar de encontrarse a una distancia considerable los podíaescuchar con gran claridad. En fin, se alarmó al sentir como era levantado el baúl y posteriormente aventado de forma violenta a algún lado.

— ¡Auch!

—Ten más cuidado, imbécil —escuchó una voz femenina —. Ahí dentro va mi perro.

—Henrietta, cálmate. Está muerto, no es como que sienta —respondió otra voz lúgubre — ¡Auch!

—Creí que te gustaban más los gatos —dijo una tercera voz.

—Así es... Pero Black Spider era una excepción —respondía la voz femenina con una tristeza acumulada.

—Ni se te ocurra llorar —demandó la segunda voz —. Andando, dentro de poco será el eclipse de sangre.

—Sí, larguémonos de esta fiesta de conformistas.

Escuchó como el grupo de personas, que intuyó que serían los góticos, subían a la camioneta y arrancaban.

Estaba un tanto paralizado analizando la situación. Por su cabeza se repetía la orden de Stan de que debía de permanecer dentro del baúl hasta que él avisara que era seguro salir. Pero ahora no estaba tan seguro si continuar obedeciendo la orden, y por otro lado esto también podría ser parte del plan de su súper mejor amigo.

Se debatía acerca de salir o quedarse dentro. Pero esa cuestión dejó de parecerle importante al percatarse que ya llevaban rato avanzado. Salir ahora ya no tenía mucho sentido. Además quizás esta era una señal de Dios; la divinidad podría estarle dando una oportunidad de escapar de Eric Cartman. De ser así le agradecería profundamente a Moisés.

Decidió relajarse. Algo raro en él. Pero si era razonable no tenía mucho que hacer estando encerrado en un baúl. Escuchaba con atención las conversaciones de los góticos y su música lúgubre. Lo poco que alcanzabaa oír debido a que sus voces eran tan suaves, era sobre acerca del"eclipse de sangre" que estaba cerca de ocurrir. Fue cuando recordó que Cartman había hablado de eso también. Y se molestó. Esa plática al parecer había sido solo otra pesada broma más del castaño. "Luna rosa o luna de fresa", sí, claro. Como no. Estaba obvio que era un nombre ridículo y estúpido, y Cartman se burló de él en su cara. Pudo haber aprovechado esa apuesta que le propuso para anular la anterior. Pero era tan idiota que cayó. Tenía tantas ganas de gritar que terminó pataleando, olvidando que estaba escondido. Pero se detuvo rápido al recordarlo.

—Hey, juro que acabo de ver ese baúl moverse.

—No me digas...

—Firkle, cállate. Estás drogado.

—Quizás resucitó antes de tiempo.

Gracias a Dios que estaban fumando hierba. Pero ahora no solo apestaba a perro muerto sino también a marihuana. Aunque eso le salvó y tacharon de loco a aquél que se percató de los movimientos. Volviendo al tema anterior... Otra vez se sintió extraño ¿Por qué se sentía "defraudado"? ¿Por qué le importó tanto esa conversación tan banal y estúpida? Seguía sin entender. Tal vez si era un tremendo idiota, y no quería aceptarlo.

Luna de Fresa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora