La conversación con su madre terminó con una insistente súplica por parte de la mujer.
- Por favor cariño, habla con Kenny... La pobre Seidy está tan triste y afligida, realmente no sabe que hacer. La niña está cada día más insolente e insoportable con ella; yo no comprendo de quién ha heredado esa actitud y ese carácter tan complicado. A tí siempre te escucha hijo, dile por favor que sea más respetuosa con su madre, ó simplemente amenaza con castigarla
- Está bien mamá, hablaré con ella...
El oji-café realmente buscaría la ocasión para hablar con su pequeña. Pero claramente no le reprocharía por su actitud, ni mucho menos la castigaría; más bien buscaría saber que era lo que estaba sucediendo entre ella y Seidy durante las últimas semanas. Aunque la mala relación con su madre era habitual, estaba claro que su hija tenía una actitud diferente, y era muy importante para él, saber que le estaba sucediendo.
Pero todo eso sería después. Ahora lo primordial era poder aclarar ciertas cosas con el ojimiel.
Emilio de verdad deseaba terminar con cualquier tipo de secretos entre él y Joaquín. Se daba vueltas en la oficina pensando en cómo preguntarle al castaño por los detalles de la conversación que mantuvieron cuándo estaba borracho. Aunque sabía que probablemente tocar aquel tema sería bastante incómodo para él; aún tenía en su mente el rostro de aflicción de su asistente tratando de contarle lo que parecía una dolorosa verdad.
También estaba dispuesto a contarle que Seidy estaba instigando en su contra; pero tenía que saber cuál era la razón.
Su esposa ya había intentado convencerlo de que Joaquín era un sujeto extraño, tipo psicópata. Pero evidentemente no le resultó y ahora había tenido que acudir con su padre para poder lograr que lo despidieran.
¿Pero cuáles eran las razones para querer perjudicar a Joaquín de esa manera y querer alejarlo de él?. No existía posibilidad de que la rizada sospechara siquiera lo que estaba pasando entre ambos, por lo que era lógico suponer que algo más había oculto.
Realmente no quería hacerlo, porque en el fondo Emilio sabía perfectamente que clase de persona era su esposa, sin embargo no podía evitarlo. Había una muy pequeña voz dentro de él, que lo hacía dudar de Joaquín. Probablemente era a causa del miedo que le provocaba saber que había caído completamente enamorado en un par de días de un perfecto desconocido.
Estaba planeando un futuro y arriesgándose a perder a su familia y todo lo que tenía; y todo por el amor de un hombre del que en realidad sabía muy poco.
Su corazón le decía que Joaquín no podía ser nada de lo que Seidy insinuaba, no obstante necesitaba saber la verdad.
Emilio se recostó sobre la cama y se mantuvo ahí por varios minutos, sólo contemplando el techo; intentando nuevamente encontrar palabras que pudieran sonar adecuadas para interrogar al castaño.
Dió un gran salto al oír que la puerta de pronto se cerraba de golpe. Joaquín volvía aparentemente a toda prisa luego de haber fumado quién sabe cuántos cigarrillos.
- Emilio...- el mayor se escuchaba bastante exaltado.
- ¿Qué pasa, bonito? - el oji-café se puso de pié rápidamente, y con un gesto preocupado se acercó a Joaquín.
- Tranquilo amor, todo está bien... Muy bien de hecho. Ren me ha llamado, Dany vá de camino a casa, ya está bien, tendrá que estar aislada unos días, pero se pondrá bien... Y yo, yo estoy tan feliz...
Joaquín se aferró con fuerza al torso del menor, quién le correspondió de inmediato con un tibio abrazo; en su voz se podía percibir la emoción y la alegría.
![](https://img.wattpad.com/cover/318964493-288-k115277.jpg)
ESTÁS LEYENDO
30 Días Para Ser Infiel // Adaptación Emiliaco
DiversosEmilio Osorio, reconocido periodista de 30 años, aparenta tener la vida perfecta; una bella esposa y una adorable hija. Debido a la Pandemia y su importante cargo cómo jefe de edición en un reconocido periódico de la CDMX, se le solicita que realice...