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Jimin había llegado a la casa de Yoongi, pero aún se encontraba a fuera moviendo sus pies con nerviosismo. Estaba pensando en si tocar o esperar a que el mayor se dé cuenta por si solo, y por casualidad de la vida que el de pelos rubio se encontraba allí desde ya hace varios minutos.

Bufó por cuarta vez desde que había llegado al lugar. Y Resignado, se paró de la cera y fue directamente hacia la puerta de aquella extravagante y bonita casa. Extendió la mano para tocar la puerta de caoba, pero al momento de hacerlo pudo ver una figura que había podido reconocer pasar corriendo hacia la parte trasera de aquella gran casa. Solía ser una persona curiosa, por lo tal, su curiosidad no dudó en hacer acto de presencia en aquel momento.

Sus pies se dirigieron sigilosamente y con pasos lentos hacia aquel pequeño callejón, el cual estaba conectado con la parte trasera de la casa.

Sus ojos verificaron el área. Había un pequeño jardín en aquel lugar el cual rebosaba de lindas flores, rosas, tulipanes y otras cuantas más que no podía distinguir muy bien, gracias al muy poco conocimiento que tenía de ellas. Sus ojos siguieron divagando en el lugar sin moverse de su puesto, tratando de encontrar a dicha persona, que su mirar había podido apreciar hace unos minutos atrás. Pensó adentrarse más hacia el lugar, pero no hizo falta. Aquella persona que tanto insistía en buscar estaba en una esquina del jardín pegado hacia una pared con un cuchillo en sus manos, y con marcas de sangre seca en el mismo, en su rostro y en sus prendas de vestir.

Lo que más le provocó escalofrío fue aquella mirada y sonrisa cínica que este le brindó, la cual hizo que los bellos de todo su cuerpo se erizaran y que su cuerpo se estremeciera. Comenzó a retroceder, para evitar aquella profunda mirada que le incomodaba, pero chocó con algo duro y fuente, un cuerpo, volteó su cabeza y sintió un gran alivio al ver a Yoongi allí.

— ¿Que haces aquí, Jimin?

—Yo... el...—
Señalaba con su pulgar el jardín.

El mayor miró sobre el, pero frunció el ceño al no ver a nadie y esbozó una sonrisa.— ¿Viste a Zeus?

— ¿Quien es Zeus?

—Es mi gato, ¿no es lindo?.— No dijo nada, ya qué, obviamente no había visto a ese tal gato. Le había parecido curioso el cómo había aparecido Yoongi detrás de él, como había aparecido sin saber que el se encontraba allí, también como había desaparecido ese chico en cuestión de segundo, que terrorífico.— No te dejes llevar por su apariencia, le gusta morder y rasguñar.— Sonrió.

Jimin también lo hizo para dejar la tensión atrás. Luego de esto, fue guiado por el mayor adentro de su casa, era la primera vez que veía esta desde adentro y era muy linda y acogedora. Pero, había una aura muy extraña ahí.

Todo aquel mal royo e incomodidad le habían quitado las ganas de seguir con su plan de confesarse a su hyung. Quizás abría otro mejor momento de hacerlo, si, si lo habría.

 Quizás abría otro mejor momento de hacerlo, si, si lo habría

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PSICOPATA | kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora