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"Conejito"

Eran al rededor de las diez y media de la mañana y un adormecido peligro se encontraba sentado en el orillar de la cama mientras estrujaba sus ojos, los cuales no podían abrirse del todo. A esa hora se suponía que debía de encontrarse en la universidad, pero como a él no le importaba en lo absoluto aquello, llegaba a la hora en la que se le placía.

Con pasos torpes se encaminó hacia el baño, donde tomó una corta ducha y se vistió. Su vestimenta consistía en; unos vaqueros negros, un polo blanco y enzima de este una chaqueta de cuero y en sus pies llevaba puesto unos converse run star hike. Una vestimenta normal para el, pero a vista de algunos quizás un poco llamativa.

Siguiendo su rutina al pie de la letra, agarró tres blister de pastillas de su mesita de noche la cual se encontraba en el costado de su cama, y de ellas tomó dos de cada una "solo para empezar el día". Salió de su aposentos, dirigiendo su caminar hacia la cocina donde allí, como siempre, se encontró con su madre y su desayuno ya servido.

—Buenos días, Jungkook—.Saludó la mayor, mientras bebía de su tasa de café recién hecho.—¿Ya tomaste tus medicamentos?

Jeon asintio tomando asiento frente a ella. El desayuno fue callado como siempre, no le interesaba que su progenitora le hablara, sabía que le diría y le recalcaría la mismas cosas de siempre y la verdad no estaba para esas estupideces. Desayunó lo más rápido posible y subió nuevamente hacia su recámara.

Tomó su mochila, su celular y de unos de los cajones de la mesita de noche, tomó varias cuchillas pequeñas y las entró en el bolsillo trasero del pantalón que llevaba. Volviendo a bajar hacia la sala nuevamente no notó la presencia de su madre, lo que le daba a entender que su progenitora ya se había retirado, así qué salió sin importar lo que sea.

Caminó por las aceras con ruta hacia la universidad que le quedaba a unas siete cuadras de su casa. Pero al ver algo que llamó su atención paró, era un conejo peludo y lindo, tan blanco y de unos pelajes tan esponjoso y suaves que parecían a simple vista algodón. Una risa de maldad no dudó en hacer acto de presencia en el rostro del joven.

—Oh, pequeño ¿que haces aquí tan solito?-. Tomó por una pata al conejo sin delicadeza alguna y lo examinó con determinación, tenía las patitas curtidas de polvo dando la impresión de que al parecer se había escapado de su hogar desde hace ya un tiempo.— ¿Qué deberíamos hacer contigo winter?, de seguro te están buscando tus amos ¿debería de devolverte?

Winter movió las orejitas.— ¿Eso que es? es un no, ¿verdad?

El conejito estaba asustado por el mal toque del humano, tanto así que empezó a temblar. Jungkook trató tomarlo de la mejor forma posible y comenzó a brindarles acaricias para que se tranquilizara, sus dedos le hacían mimos en la orejita del mamífero repetidamente. El animal peludo se tranquilizó gracias a aquellos toques suaves y delicados que el humano le daba, así que jungkook tomó la oportunidad de sacar de su bolsillo una cuchilla. La acercó al cuello del pequeño animal, y lentamente hizo una herida de la cual comenzó a brotar mucha  sangre, al parecer había sido muy profunda.

El animal comenzó a quejarse por el dolor. Pero Jungkook no desistió, le clavó nuevamente la cuchilla en el cuello al conejito, una y otra vez, la clavó tanto que el cuerpo del animal se había desformado y en cuestión de minutos había dejado de moverse. Aquella sangre en sus manos le daban una satisfacción tan grande, que le provocaba sonrisas de alegría.

Tomó al conejo de la pata nuevamente y se devolvió de su ruta hacia la casa de su vecina choi. Sacó de su mochila un pedazo de hoja de su libreta y con sus dedos llenos de sangre  escribió en ella.

Puso el conejo en la puerta de entrada, y dejó reposando la hoja con escritura a su lado.

Luego se marchó como si nada.

     

Primer cap o.O
16/08/22

PSICOPATA | kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora