Muertes y asesinatos azotaban la ciudad de Seúl, aquella ciudad acogedora para varios coreanos dejó de ser segura. Personas inofensivas morían cada día, y lo peor de todo es que los oficiales aún no hallaban pistas ni rastros de aquel asesino seria...
El mundo está acostumbrado a ver a las personas con problemas mentales como dementes locos que son incapaces de pensar con claridad, la causa por la cual el mundo estaba dañado pero, por qué nunca piensan el porqué de sus actos y crímenes, nunca llegan a pensar más allá de lo mismo, no se dan cuenta que muchas veces aquellos que suelen juzgar a esas personas podrían ser las mismas causas de que se hallan convertido en monstruos.
"Monstruos", así les solían decir.
Por eso, existía una organización creada con el fin de vengarse de todas esas personas que hicieron que muchos inocentes terminaran como locos de amarar. Y si, obviamente el mismísimo Jeon participaba en ella.
Esas personas habían desaparecido poco a poco. Todos buscan a los culpables de esos asesinatos continuos, pero como eran astutos y estaban muy entrenados nadie se daría cuenta, habían ayudado a aquellos que no tenían el valor de matar, aquellos que querían morir y ha los que no querían hacerlo, todo aquello solo porque se había convertido en una obsesión.
Lo hacían por el placer que les provocaba escuchar los gemidos de dolor y de molestia de las personas más inocentes y también de las más malvadas.
Pero, saliendo de ahí. Jeon Jungkook a pesar de ser un demente, tenía una vida medianamente normal, solía hacer sus pasatiempos, sus quehaceres y estudiaba de forma normal o al menos cuando solía tomar sus medicamentos. Pero otras veces solía estar fuera de control aún tomando estas.
Ese día eran al rededor de las 4:40 pm, y como siempre, estaba saliendo de su ultima clases del día viernes. Sus ojos divagaban por el pasillo de la facultad, viendo a todas esas personas llevando a cabo sus vidas normales y felices, sin un problema como el suyo que les atormentara. Sus pies siguieron moviéndose todo directo con dirección hacia la salida mientras jugaba con los pequeños lazos que traían su mochila de lado a lado, hasta que escuchó una voz en concreto, una voz suave y dulce para sus oídos que el muy bien conocía.
Así qué se acercó a la puerta, de la cual provenía esa armoniosa voz y miró tras un pequeño rabillo de esta, y ahí estaba, el dichoso Kim Taehyung al cuál tenia tantas ganas de tenerlo, de estar cerca de su anatomía, de llamarlo como suyo.. desde que había indagado sobre aquel muchacho de pelo negro y rulosos no dejó de admirarlo, espiarlo, acosarlo e imaginar cosas con el. Sus pensamientos hacia kim muchas veces solían ser morbosos, pero otras veces muy turbio, festichistas.
"Ten mucho cuidado pequeño kim", había dejando soltar aquella pequeña oración de forma inaudible, y sin más, volvió hacia su trayecto y rutina habitual.
[ ••• ]
La ciudad se encontraba totalmente a oscuras, cerca no había ninguna luz que iluminara aquella estancia. Sus pies caminaban de manera entorpecidas, chocando con piedras y con cosas que gracias a la casta iluminación no podía apreciar.
Sus ojos miraban con desesperación todo el lugar, estos mismos se inundaban con lágrimas, aquella soledad le provocaba unas amplias ganas de llorar. No es que le tuviera miedo a la oscuridad u a la soledad, sino a las cosas que pudieran aparecer antes sus ojos. Por un momento una luz roja apareció interrumpiendo su camino, tuvo la necesidad de seguirla, así que lo hizo. No duró mucho tratando de alcanzar aquella luz, porque rápidamente había desvanecido y al momento había cambiado de dirección, una vez más trató de seguirla, pero cada vez que lo intentaba cambiaba de lugar.
— Ah!, demonios..
— ¿Qué sucede?, ¿Acaso no puedes alcanzarlo?
El muchacho se había sobresaltado al escuchar aquella voz tan fuerte y penetrante, que había caído nuevamente al suelo. Trató de buscar al dueño de esa grave voz, pero sólo miró y divisó oscuridad absoluta.
— Jaja, no trates de encontrarme. No lo harás nunca.
— ¿Quien diablos eres?
— ¿No sabes quien soy?, ¿no te acuerdas de mi? — La voz se escuchó con un particular deje de tristeza. — Tengo una idea, a la cuenta de tres me haré visible ante tus ojos.
1, 2 y 3... - contó.
Una figura negra, con ojos parecidos a los de un gato pero rojos, con dientes filosos y grandes había aparecido. Su cuerpo era deforme y muy alto quizás el triple del muchacho aquel. Jungkook, quien había sido el protagonista todo aquel momento se había encogido en su lugar, había empezado a tiritar al recodar aquella figura.
— ¿Sabes por qué no puedes alcanzar esta luz?— Nuevamente había aparecido la luz roja de hace unos momentos. Jungkook negó con su cabeza con el ceño fruncido.
— Simplemente asócialo con tu realidad, con tu vida. Por más que quieras dejar atrás tus problemas, yo siempre estaré para recordarte que eres un maldito demente, para acerté sufrir, para matarte poco a poco y hacer que sigas siendo el peor humano que exista.
Jungkook antes tales palabras que había dicho aquella sombra rara, cada vez más iba perdiendo la cabeza. Era tan curioso como aquella palabras le llegarán hasta lo más profundo de su ser, sentía cómo se clavaban en su mente y no lo dejaban ser, sentía angustia, asco de si mismo.. porque todo aquel mál que había hecho llegaban como olas grandes a su memoria. Se sentía oprimido y le dolía mucho la cabeza.
— Nunca te librarás de nosotros, por más que intentes matarte, seguiré en tu cabeza.
La sombra había soltado una gran carcajada. Y al ver a Jeon enrollado como un gusanito, extendió su grande pie hacia donde se encontraba el muchacho de pelos negros y antes de que sintiera el impacto del pie de aquella cosa Jungkook había despertado.
Estaba sudado de pies a cabeza, su respiración era cortante y su cuerpo no dejaba de temblar. Tomó unas de las pastillas que se encontraban en su mesita de noche y las tomó. Estaba acostumbrado aquellos sueños, a aquellas visiones, a ver personajes que sabía que eran inexistentes pero su mente no colaboraba, y hacía que parecieran lo más reales posibles. Lo malo de todo era que mientras más tenía conocimiento y más crecía estos se volvían peores.
Los medicamentos no parecían ayudarle mucho, por más dosis de pastillas que le subieran estas no lo ayudaban en lo absoluto.
Y si, así era la vida de un chico con esquizofrenia, problemas de psicopatía y trastorno de personalidad antisocial.
Esquizofrenia: La esquizofrenia es un trastorno el cual afecta la capacidad de una persona para sentir, pensar y comportarse de manera lúcida. Y según lo que tengo entendido las personas que tienen este trastorno viven toda su vida con el, ya que no hay cura. Así qué, viven a vase de medicamentos.
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🐰 - Salut personitas. He perdido el separador hahha, tengo ganas de llorar por eso. Bueno, luego de un tiempo aquí estoy nuevamente, lo siento por demorarme tanto en actualizar.. es que tenía falta de motivación, y mi mente estaba sellada literalmente.
- Si, Jungkook tiene varios problemas psicológicos. He decidido esto porque el comportamiento que le he proporcionado no lo podía obtener solo con la esquizofrenia, entonces si.
