🌗 | - . Capitulo 11, conclusión | . - |

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Green Shadow. Sujeto de Hospital

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        La brisa fresca me despertó de mi letargo. Abrí los ojos lentamente. Un ventilador soplaba hacía mi cara de forma vil y desinteresada, mientras la ventana, a mi lado, por mucho hacía un mejor trabajo que aquel aparato viejo y tosco a mi costado. (Era una especie de tradición nuestra utilizar utensilios viejos para darnos suerte unas a otras).

        Sentí que la fiebre que me había afectado días atrás solo dejaba una remanente jaqueca ligera.

        Me revisé el rostro, tenía varias banditas adheridas a la piel, cubriendo cada uno de mis rasguños que la batalla en Doomvile me habían causado. Registré también mi cuerpo: llevaba vestida una bata color menta y blanco. Ésta, tenía unos estampados de hojas y flores en ella.

        Además, también contaba con unos ligeros rasguños en su parte superior. Seguramente había estado descansando por varios días y me habían llenado de amuletos para que mejorara pronto y rápido.

        Sonreí, pues eso era algo típico.

        Sentí un ligero picor en mi brazo, y traté de rascarlo. Fue una inesperada sorpresa cuando me di cuenta que una capa arrugada y áspera cubría enteramente mi hoja desde su extremo.

        Me habían puesto una escayola. Seguramente había sido algo grave. Tenía unos cuantos garabatos en la parte superior de este. Una flor azul muy detallada, un globo verde simple pero igual de vistoso, y una carita sonriente junto a un "¡Qué te mejores pronto!" y una caricatura animada de Flare muy feliz al costado de este mensaje.

        Reí al ver aquello. Pensé en ello y llegué a la conclusión que todo había salido bien. Así que me recosté nuevamente y me relajé en los profundos colchones y la delgada sabana color azul marino.

        La tranquilidad me duró poco. Rápidamente me levanté de golpe y llegué a la cuenta: ¿Cómo había llegado allí? ¿Qué había pasado con Solar? ¿Realmente todo había salido bien?

        Mis pensamientos y mi preocupación fueron interrumpidas en cuando la puerta se abrió de repente.

        De ella, entraba una figura, una figura de pétalos preciosos y una mirada que siempre me inspiraba alegría y felicidad. Pero que esta vez denotaba una expresión triste y preocupada. Solar Flare, atravesaba el arco de la puerta con un traje de enfermera auxiliar, comida, y algunas pastillas en una bandeja.

        Al verme despierta, su mirada y expresión cambiaron abismalmente. La bandeja cayó al suelo, y con un grito de alegría, se lanzó hacía mí y me encerró fuertemente en sus brazos. Sentí como mis mejillas se ruborizaron y cómo la apresé con mi brazo bueno de igual forma al sentirla junto a mí.

        Quise preguntarle como estaba, pero cuando la solté y la vi de frente, no pude evitar sentirme triste al ver su cara. Lágrimas se resbalaban de sus rojizas mejillas. Y su cara, al igual que la mía, estaba llena de banditas y ligeros rasguños en sus pómulos y frente.

        La atraje hacía el instante, y entonces por segunda vez la apresé con todas las fuerzas que tuve. Tenía que demostrarle que yo estaba allí para ella, aunque mi energía no fuera la misma y mi salud flaqueara en aquella sala de hospital.

        —Tenías mucha fiebre, y no despertabas... Por más que te cantara tus canciones favoritas...

        Y lo que dijo entonces sonó tan pero tan tierno para mí que no pude evitar tomarla con mi única mano libre y besar sus mejillas con mucha fuerza y cariño.

        Yo acababa de cumplir 21 años. Solar tenía 19. Se supone que yo era la mayor y que tenía que actuar en consecuencia. Pero es que ella era tan linda y tan cariñosa siempre, que nunca podía evitar perder la cordura y alocarme cuando la tenía a mi lado. Era simplemente imposible evitarlo.

        En realidad, Solar Flare era un pequeño apodo. Su nombre real era Lucía. Lucía Flare Mintime. Y su cosechador, Chris Mintime: Un chico joven, extranjero, mexicano de hecho, que por cierto era un buen y gran amigo de Dave.

        Así fue como la conocí: Mi cosechador era el mismísimo Dave el loco, y toda la vida me había cuidado un chico alocado llamado Brian Tillback, que también contaba con la misma gran amistad de David y de Chris.

        Y, debido a que Chris era mexicano, de esa misma forma, Solar también era de nacionalidad mexicana.

        Revisé su brazo instintivamente: Tenía un ligero vendaje alrededor de este. Lo tomé con suavidad y le pregunté que le había ocurrido. Fue entonces cuando me lo contó todo.

        Aura, la lucha, la escapada, y cómo había mordido su brazo tan fuerte que lo había perforado.

        —Tienes vendado todo el brazo.

        —Yo tengo el brazo vendado, y tú lo tienes enyesado —Dijo, sonriéndome con cariño y bondad, para luego besarme suavemente en la mejilla y tomarme de la mano enyesada con su brazo vendado.

        Sonreí al ver ese pequeño detalle. Pero luego mi expresión cambió. Mi mirada se entristeció. Al pensar en lo que había ocurrido, no pude evitar sentirme mal: Haber estado allí para Solar Flare hubiera podido significar en menos heridas y menos daños para ella. Le acaricie suavemente la mano, y la miré, apenada.

        —Perdóname...

        —No lo lamentes, ¿está bien? Al menos no por eso... Lamenta que te tuve que cuidar y que hice un muy mal trabajo. Casi te doy de comer pastillas y te medico con comida, Green... ¿Sabes qué pasa cuando comes aspirina en lugar de tu desayuno?

        Reí por el pequeño chiste: Sabía que no era verdad. No había persona en la que podía pensar que cuidará mejor de mí que ella. Ella sabía más de mí más que nadie. Desde que nos conocimos, no recuerdo momento en el que nos hayamos separado alguna vez.


        Excepto...


        —Te extrañé... —Dijo, al abrazarme nuevamente, pude sentir el olor a humo y caí en la cuenta de que estaba quemando el suelo de nuevo, y sentí tanta ternura que no pude evitar abrazarla de la misma manera.

        Pensándolo bien, no era momento oportuno para pensar en eso. Ya tendría otro momento para pensar en ese recuerdo. Ahora, tenía que concentrarme en ella. En mi Solar Flare.

        De repente, nuestras miradas apuntaron a una sola dirección, en cuanto la puerta se abrió sin avisar.

        Una rosa radiantemente roja y delicada se aproximó a nosotras. Llevaba una especie de varita de roble que siempre traía consigo y estaba vestida de una hermosa y refinada capa color violeta que suspendía en el aire junto con ella.

        —¡Oh, Dios! ¡Oh, oh por Dios! ¡Lo sabía! ¡La nueva líder de L.E.A.F no se iba a dejar ganar por unos cuantos rasguños...! ¡Era obvio! —Dijo, Rose, animada y aproximándose hacía ambas plantas con un aire dulce y optimista.

        —Y claro, un brazo roto, unas cuantas quemaduras... —Dijo Solar Flare con notoria ironía y soltando una pequeña risita.

        Y, sin embargo, el ver a Rose de nuevo, tan calmada y optimista, no me dejó a mí pensar ni preocuparme de nuevo por mis heridas y mis rasguños. No me dejo preocuparme más que por un simple instante que fue rápidamente opacado por el sentimiento de volver a ver nuevamente a mis amigas.


        Un sentimiento de felicidad.

🌹 Plants vs Zombies Bitácora SEED #1: Una misión y un rescate. [ Alpha ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora