🌹 Plants vs Zombies Bitácora SEED #1: Una misión y un rescate. [ Alpha ]

♞🧡 | - Capítulo 47 / - .

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5 de mayo. 1:22 pm.

Cony, cara de la creatividad, en la madurez

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          A lo mejor me había equivocado en las respuestas.

          Lo traté de pensar mejor, mi prueba no había sido para tanto. Había sido muy difícil y estaba segura de que me había equivocado en varias respuestas.

          No era muy alentador pensar en ello, así que tomé un poco de aire, y exhalé para tratar de tranquilizarme. Funcionó. Sonreí y levanté mis brazos y manos al cielo, ¡Seguramente obtendría una puntuación muy buena!

          El cuestionario había sido interesante. Algunas preguntas fueron realmente divertidas, y otras, sumamente graciosas. Lo había disfrutado sin lugar a dudas.

          Mi cuarto estaba muy desordenado, por todos lados había papeles y papeles llenos de cálculos, ecuaciones y posibles respuestas correctas. Había allí mi cama pequeña pero cálida, y a su lado estaba el escritorio junto a la silla en la que estaba sentada. Adelante mi portátil resplandecía con brillantez en el oscuro cuarto, con una ventana abierta que ponía "Prueba enviada" bien en grande.

          Suspiré rendida y me lance hacía mi cama, los lentes se me cayeron en el acto, pero por suerte habían caído justo a mi lado en el colchón. Los tomé, los frote un poco y me los volví a colocar, ajustándomelos al tenerlos puestos.

          Había hecho semi-trampa en algunas respuestas. Pues, aunque tenía una respuesta clara, mi creencia de que sería equivocada era tan alta que terminaba siempre buscando las respuestas en Zoogle, comprobando así que siempre estaba en lo correcto, pero no terminando así con mi boba duda.

          Sacudí mi cabeza y me di unas cuantas palmadas en las mejillas. Me volví a repetir: No era hora para pensar en aquello. El cuestionario estaba hecho y solo tenía que esperar una respuesta próxima.

          Observé hacía arriba, el techo tenía pegado un poster de mi cantante favorita. Hanna Cross decía en letras neón junto a su imagen. Sus pétalos hacían por resaltar, pues estos eran dorados como el oro y tan brillantes que cegaban a la vista. Sus lentes la hacían ver aún más increíble y su micrófono estaba distendido en su brazo.

          Tomé mi almohada y grité en ella mientras pataleaba. Hanna era increíble, tan solo pensar en alguna de sus canciones me hacían querer cantarlas hasta morir.

          Dejé de ocultarme la cara y sujeté la almohadilla con fuerza. Cerré mis ojos y canté una de sus canciones con ahínco.