🌹 Plants vs Zombies Bitácora SEED #1: Una misión y un rescate. [ Alpha ]

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐨🌼̶|̶ ̶-̶ ̶C̶a̶p̶í̶t̶u̶l̶o̶ ̶𝟔5̶9̶ ̶/̶-̶ ̶.̶

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22 de febrero

(2021)

Ray, aquel que aprendió a creer

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            —Esquiva, esquiva, salta, dispara. ¡Bien Ray!

            Una acrobacia me hizo caer en el césped seco, apunté con ambas pistolas hacía el objetivo, las balas salieron disparadas y sin siquiera notar el reparo de éstas, terminaron perforando el metal delgado supuestamente indestructible de los objetivos de entrenamiento.

            Ella no podría entrenar de la mejor manera debido a las vendas y a las heridas. Por eso, debía hacerlo yo mismo, el doble. Por ella.

            Volteé en su dirección, no se veía muy concentrada más que en sus propios pensamientos, pero aún así adoptaba una mirada curiosa y graciosa. Esas miradas que por las que ella me enamoraba.

            —Eres el mejor en esto.

            —No... aún no.

            Salté en una voltereta hacía atrás, luego tomé carrera para rodear el objetivo. Cientos de balas salieron disparadas. Salté una vez y luego di una vuelta en el aire, sin dejar de disparar, caí de pie y propiné las ultimas balas del cargador, destrozando por completo el objetivo y lanzándolo al suelo.

            Aura estaba casi por completo boquiabierta. El maniquí metálico se desgastaba más con cada disparo, y mi puntería daba justo en los puntos concretos para terminar totalmente acabada, no siendo ahora una caja arrugada y malformada de metal. A parte de todo, también me consideraba un artista.

            Sople la boquilla de mis pistolas, y apunté de nuevo, en busca de más objetivos viables. Mi mirada se difuminaba y mi corazón con fuerza palpitaba.

            —Ray...

            Tomé una bocanada de aire, pues ella se había dado cuenta. Necesitaba descansar.

            Por el tono de su voz supe que debía parar. Había sido suficiente entrenamiento. Además, aquella no era la única razón de haber escalado hasta allí.

            Rodé mi pistola, presumiendo un poco de mi habilidad. Las volví a guardar en cuanto alardeé demasiado, justo en el compartimento de mi traje. Volteé hacía ella, con una gran sonrisa. Me había sonrojado un poco: la había impresionado.