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La mirada insistente del Alfa lo hicieron sentir pequeño sobre el lugar en el que estaba parado.

El llanto de Oliver se escuchó y casi sale huyendo de su propio cuarto para ver a su cachorro, esa noche decidió dormir ahí, en la seguridad del cuarto de su niño.

A la mañana siguiente le informaron que Miguel se había ido a un viaje de negocios a Ecuador.

No supo si eran los negocios de la empresa o los "otros" asuntos.

Le dió de desayunar a Oliver y el también desayuno cuando vio la presencia de Tory, llegando con sus botas militares.

—Swayze, Buenos días—Lo saludo con amabilidad

—Buenos Días—Dijo dándole una cucharada de papilla a su bebé

Con eso de que Olí ya tenía un año, poco a poco le comenzaba a quitar el pecho, según la recomendación de Sam.

—¿Estás listo para tu primer día de tiro?—Pregunto entusiasmada la Alfa

Sonrió falsamente y asintió como si estuviera alegre de aprender.

El ya sabía toda esa mierda, todo lo que Miguel implementó ya lo sabía pero seguiría la corriente, se haría el principiante y "comenzaría de cero".

Así que en el lugar se hizo el ignorante de las cosas, aunque le ayudo a recordar ciertos detalles que había olvidado.

—Para ser la primera vez que tocas un arma no lo hiciste tan mal Keene—A Tory le gustaba llamarlo por su segundo nombre y apellido, solo le sonrió

—Gracias, Estoy aprendiendo de la mejor—Ahora fue el turno de la rubia sonreír

Siguieron entrenando por así decirlo, porque interrumpía las horas de darle de comer a Oliver y Mimarlo un rato

Pasaron dos días cuando Miguel regreso de nuevo.

El ya había tomado una decisión, estaban cenando, el se encargaba de darle de comer a su bebé

—Querido—Miguel lo llamo haciendo que pusiera la cucharita sobre el plato

—Dime, ¿Sucede algo?—El Alfa tomo su mano y hizo una sonrisa triste

—Perdóname por la escena de hace unos días, se que actúe como idiota—Se disculpo totalmente arrepentido de sus acciones

—Aveces puedes ser un reverendo imbécil—Lo dijo como sin nada recibiendo una sonrisa de Miguel

—Tienes razón mi amor—Se sonrieron mutuamente como si nada hubiera pasado

—Se que quieres decirme algo Miguel...—El Alfa soltó un suspiro y empezó a hablar

—Hay una fiesta, Me informaron que tú entrenamiento te esta yendo bien—Lo felicito

—Gracias, Tory es buena maestra. ¿De que es la fiesta?—Tenía una vaga idea de quiénes asistirían

—Socios, llevarán a sus esposas o acompañantes, y quisiera llevarte—Propuso tomando su mano y depositando un beso en el dorso de está

—Es la primera vez que me llevas—Comenta mirándolo

—No querías nada que ver con mi vida, ahora sí, esa es la diferencia—Si, Miguel tenía razón, pero ahora con el asunto de su padre con más razón debía ir.

"Acoplarse al ambiente" como le llamaría su Padre.

—¿A qué hora será? Para alistarme— Vio a su esposo pararse

—Sigueme mi amor—Lo tomo de la mano y lo guío hasta su habitación compartida, dónde observo una caja turquesa con un moño grande adornando la tapa—Si no te molesta, he decidido escoger tu atuendo.

Jaula de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora