You saved me | Traduccion | Clexa

Capitulo 43

Los pasillos estaban llenos de guerreros luchando. Los leales a la Coalición fueron superados en número. Tanto Lexa como Clarke compartieron un asentimiento. Entonces la Comandante se sumergió en la acción. Clarke alineó un tiro y lo tomó, golpeó a uno de los hombres de Ontari entre sus ojos. Lexa ya había matado a un guerrero y estaba a punto de acabar con otro. No pasó mucho tiempo para que el resto fuera arreglado.

Los guardias inclinaron la cabeza ante la pareja. "Heda, Wanheda, Ontari y sus seguidores se están moviendo hacia el ala de los Sangre Nocturna". Les dijo rápidamente. Sin otra palabra, solo miradas, el pequeño grupo se dirigió hacia donde estaban los Sangre Nocturna.

No tomó mucho esfuerzo derribar a los guerreros que cargaban contra ellas. Clarke notó que el mismo fuego que estaba en los ojos de Lexa en Mount Weather había regresado, esta ya no era su Lexa, esta era la Comandante. Estaba ladrando órdenes a los guardias a su alrededor que ni siquiera esperaron para seguirlas. Sus ojos querían decir y compartieron un asentimiento antes de moverse una vez más hacia donde estaban los Sangre Nocturna.

Cuando llegaron al ala de Sangre Nocturna, estaba abarrotada. Era difícil saber quién era amigo o enemigo. Si no fuera por la franja roja en cada uno de los guardias de la Comandante, sería imposible. Octavia y Lincoln también estaban allí. Lincoln estaba enviando flecha tras flecha a los hombres de Ontari mientras Octavia estaba en el frente. Estaba igualado en la cantidad de hombres. Los leales habían estado haciendo retroceder a las fuerzas de Ontari.

Entonces los ojos de Lexa y Ontari se encontraron. La guerrera de Azgeda sonreía como si ya hubiera ganado. "¡ Mátalos a todos, pero yo la quiero viva! " Ontari gritó en Trigedasleng a sus guerreros, sus ojos estaban fijos en el Comandante.

El resto de la lucha fue sangrienta, hubo muertos en ambos bandos. Lexa estaba actualmente en una situación de 3 contra 1, pero uno de los guerreros recibió un tiro limpio en la cabeza con una bala mientras que otro cayó de una flecha en el pecho de Lincoln, el último murió por el golpe de la espada de la Comandante. Lexa los miró a ambos y asintió. Observó cómo Clarke fue a ayudar a Octavia al dispararle a la guerrera que intentaba apuñalarla por la espalda. La lucha fue a favor de los leales a la Coalición.

Todo vino a la cabeza cuando las cuchillas de Ontari y Lexa se encuentran. Ambas empujaron la espada de la otra, Ontari golpeó primero pero Lexa bloqueó. La Comandante lo intentó con un contraataque pero Ontari lo esquivó. Lexa reaccionó rápidamente con su otra mano cortando a Ontari con su cuchillo. Sangre negra cubría la hoja. Ontari se recuperó rápidamente y bloqueó otro de los ataques de la Comandante. Ella contraatacó y terminó cortando el hombro izquierdo de Lexa. Ni siquiera se inmutó, pareció encender aún más el fuego en sus ojos.

La Comandante envió una fuerte patada al abdomen de Ontari, luego agarró la muñeca de la sangre nocturna y la retorció en un ángulo antinatural. Tomó la espada de Ontari y colocó ambas hojas en el cuello de la otra mujer. Ontari se congeló. Lexa tomó sus piernas debajo de ella, la cabeza de Ontari golpeó el suelo con fuerza. La espada de Lexa estaba contra la garganta de Ontari, presionando con tanta fuerza que brotó sangre.

Luego se volvió hacia el resto de los hombres de Ontari. "Te daré una oportunidad de jurarme alianza o sufrirás el mismo destino que tu falsa líder". Lexa gritó ganándose toda la atención de las personas en la habitación.

La mitad de los hombres se arrodillaron haciendo una reverencia y jurando lealtad, mientras que la otra mitad permaneció de pie. La mayoría habían sido detenidos ahora. "¡Cobardes!" Ontari gritó a los que habían jurado lealtad.

Lexa presionó su espada con más fuerza en la garganta de la niña, lo que provocó que la sangre se deslizara por su cuello. "Mátalos." Ordenó mientras giraba con la espada de Ontari hacia abajo. La cabeza de Ontari salió limpia de sus hombros. Los otros que no juraron alianza a Lexa recibió el mismo trato que Ontari o le cortaron la garganta.

Lexa y Clarke regresaron a su habitación después de reunirse con los embajadores. Les había ordenado que buscaran por todas partes más seguidores de Ontari, no podía permitir que ninguno sobreviviera. El brazo de Lexa aún no había sido tratado mientras miraba a cualquier sanador que se acercara a ella. "Siéntate." Clarke ordenó una vez que la puerta estuvo cerrada.

"¿Por qué?"

"Tu brazo." Ella dijo con total naturalidad. Lexa puso los ojos en blanco y se sentó en el sofá de su habitación. Clarke agarró el botiquín que le había dado un sanador que le había preguntado si podía comunicarse con la Comandante. Clarke se metió entre las piernas de Lexa. Le quitó la chaqueta de los hombros a Lexa. "¿Estás bien?" Clarke preguntó mientras comenzaba a limpiar la herida. Ella no estaba hablando de dolor, era más emocional.

La Comandante suspiró. "Solo espero que esta sea la última guerra que tengamos".

Clarke asintió con la cabeza. "La paz siempre es más difícil que la guerra, pero con la líder que eres podemos hacerlo". Ella dijo y le dio a su amante una sonrisa.

"No podría hacerlo sin ti, Clarke". confesó Lexa.

La rubia comenzó a coser la herida para cerrarla. "No me vas a perder, no otra vez". Clarke prometió y vio a Lexa hacer una mueca. El dolor, a diferencia de Ontari, ahora la estaba afectando. Lexa se quedó en silencio como si estuviera considerando algo. Después de coser la herida para cerrarla, envolvió el hombro de la Comandante. Le dio a Lexa una sonrisa y dirigió su atención a la cara de la morena. "¿Lexa?"

"¿Te gustaría participar en una unión conmigo?"

Clarke se quedó atónita durante unos segundos. "¿Como casarme contigo?" Preguntó, todavía conmocionada en su voz.

"Sí, Clarke. ¿Quieres casarte conmigo?" El rostro de Clarke se transformó en una sonrisa que ocupó todo su rostro. Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Lexa y la besó. Se besaron durante mucho tiempo antes de tomar aire. "¿Lo tomaré como un sí?"

Clarke sonrió y se rió. "Un millón de veces sí".