Cuando nació, fue abandonado por su madre en un orfanato, pues era muy joven y no podía cuidar de él. Nunca le tuvo rencor, debió tener sus razones.
Su vida en aquel lugar transcurrió normalmente hasta sus cinco años, cuando la madre superior lo man...
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Cuando nació, su madre lo abandonó en un orfanato, pues era demasiado joven para cuidarlo y no podía darle la vida que merecía. Nunca le tuvo rencor, a pesar de al principio no saber sus razones, siempre pensó en esa bella mujer como la más buena de todas, pues gracias que lo dejó ahí, ahora tenía una linda familia.
Al cumplir sus cinco años, la madre superior lo mandó a llamar. Él nunca fue llamado a la oficina, por lo que con miedo se dirigió al lugar.
Al entrar, se encontró con un hombre alto de cabellos blancos y mirada penetrante, junto a él, un moreno de cabellos morados y ojos color ámbar, un Alfa y su Omega, claramente.
El Omega se acercó a él y sonrió en dirección a su pareja, al principio no entendía que pasaba, hasta que la madre superior le dió la mejor noticia de su vida:
Había sido adoptado.
Esa noche se despidió de todos sus amigos e hizo la maleta. Por la mañana, tomó un baño y la madre Shimizu lo vistió y perfumó con una fragancia de flor de cerezo.
Aquella tarde llegó a su nuevo hogar y fue recibido por la pareja y un chico más, un Omega puro, Tomura Shigaraki, a quien reconoció como su hermano mayor, sin embargo el chico repetía constantemente que no eran hermanos.
Luego de eso, su vida continuó, para él, de la mejor manera, pues tan solo un año después, tuvo que hacerse el examen de subgenero, el cual indicó el letras grandes, que él era un Omega de casta pura.
Sus padres felices de ello, hicieron una fiesta en su hogar, dónde llegaron amigos del albino a festejar y felicitarlo por su subgenero. Cómo regalo de cumpleaños, su padre decidió otorgarle algo que no creyó se pudiera dar:
Un quirk.
Él ya poseía uno, un látigo de fuego, aunque no comprendía mucho de él, le parecía increíble.
Su nuevo quirk también era maravilloso, pero lo hacía más especial el que su padre se lo hubiera dado.
Pareciera que su vida sería siempre maravillosa, pero solo se trataba de la linda calma antes de la tormenta.
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A su parecer, la secundaria no podía ser peor, conoció a su Alfa destinado y con toda honestidad podía decir que se enamoró de él a primera vista, sin embargo, su Alfa, Bakugo Katsuki, un Alfa de casta pura, lo había rechazado por completo, solo por tener quirks inútiles.
A su parecer sus quirks no eran inútiles, el lazo de fuego que poseía era algo simplemente perfecto, podía prenderlo a niveles increíbles, capaces de derretir el hierro y sus estallidos de plasma eran extremadamente geniales, podía hacer de todo con ellos, aunque el alfa no iba a entenderlo nunca.
A pesar del rechazo público del chico, Bakugo lo buscaba cuando estaba solo y se convertía en el Alfa más dulce de todos.
Aún así no confiaba, su padre le había dicho que las personas muchas veces tenian dobles intenciones con los Omegas y no estuvo equivocado.
En segundo grado, luego de clases, Bakugo intentó tomarlo en el cuarto de las escobas, sin embargo no se lo permitió y usó su lazo de fuego para defenderse, tomando de la pierna al rubio Alfa y huyendo del lugar.
A partir de entonces, tuvo que huir de su pareja destinada, rogando a Dios que le permitiera llegar a casa a salvo. Solo habló de ello con sus padres una vez y al día siguiente Bakugo llegó a amenazarlo con violarlo si su hermano se volvía a acercar a él. El rubio había llegado con un hematoma horrible en la costilla, de suerte no se la rompió. Agradecía que su hermano pudiera dar la impresión de ser un Alfa, o Bakugo lo habría intentado controlar con su voz Alfa.
Ese día al llegar a casa, habló con Shigaraki, quien le confesó que no iba a permitir que alguien lastimara a su hermano menor.
No pudo sentirse más feliz ese día, el chico que por años lo negó como su hermano, finalmente lo llamaba de esa manera y lo había defendido de su destinado, aunque decidió no volver a hablar de lo que Bakugo le hacía o intentaba hacer, pues temía que el rubio algún día notara la casta del mayor e intentara hacerle algo.
Ahora se encontraba en tercer grado de secundaria, había metido su solicitud para la academia de héroes mas genial de Japón, U.A
La grande academia ya se alzaba ante él, mientras los nervios lo comían por dentro.
Sonrió con entusiasmo y caminó directo a la que sería su futura escuela.
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¡Hola!
Espero les guste esta historia ^^
Estaré agregando algunos detalles sobre las castas y los lazos, si tienen alguna duda, por favor, preguntenme, con gusto les contestaré ^^
