𝐛𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐩𝐢𝐞𝐜𝐞𝐬; prince zuko

iv. close but losing again

CAPITULO CUATRO | CLOSE BUT LOSING AGAIN.
( las guerreras kyoshi )

LAS COSAS NO MEJORARON... Estaban en una especie de punto muerto, no tenían ni idea de donde estaba el Avatar. El avatar se había visto merodear por varios lugares pero era imposible capturarlo. Zuko estaba enojado, así que Naerys trataba de evitarlo más que podía. No soportando sus malas vibras. Dejando a la chica pasando mucho de su tiempo con Yuri.

Había algo en el que le recordaba a su hermano eso hacía que constantemente lo buscara. Tal vez no era como Daeron con ideas tan imprevisibles. Pero simplemente tener a alguien como su hermano que la cuidara era suficiente.

Cuando Naerys le escribió a Daeron sobre cuánto Yuri le recordaba a él. Daeron dejó muy en claro que él era único y que no sería reemplazado.

Durante sus largas cartas con detalles específicos le era difícil a Naerys evitar que sus sentimientos la tomarán y la estrecharan fuertemente. Con detalles minúsculos sobre cómo el clima había estado, lo que había comido y sus ocurrencias más tontas.

Irónicamente cuando la soledad la acechaba más era durante el día cuando salía a la cubierta, los rayos del sol hacían que fácilmente te fatigara después de unos minutos al sol. Era entre el mar sin tierra a millas de distancia cuando un sentimiento de haber perdido algo se instalaba en ella y sentía unas ganas de echarse a llorar como niña pequeña.

Estaba lejos de casa más que nunca...y no podía regresar hasta que terminara.

Era durante las noches oscuras cuando sentía la desesperación acechándola como las sombras que había por todo el barco.

Levantándose de su sueño con el sudor corriéndole por todo el cuerpo y su respiración irregular aferrándose a tomar algo de aire. Al abrir los ojos se dio cuenta una vez más que no estaba en su habitación en Cobblestone.

Estaba encerrada en un cuarto de metal con cuatro paredes y apenas una ventana. No lo pensó dos veces cuando tomó una chaqueta tirada en el piso y salió a la cubierta. Sintiendo como el aire frío contrastaba con su piel caliente.

Antes que ver el mar prefirió alzar su vista al cielo nocturno, donde en medio de la nada las estrellas brillaban.

No escondió su fascinación al verlas recordando todo lo que había aprendido.

Su mente navegó a las veces que salía a su balcón con todos sus libros y se quedaba hasta que la oscuridad parecía devorar todo a su paso. Todo había cambiado y solo las estrellas eran las únicas que le acompañaban sin importar a donde fuera.

Bajo momentáneamente su vista del cielo cuando vio una figura viendo el mar justo como el primer día que llegó al barco y se unió. Incluso era la misma persona.

Para Zuko era obviamente frustrante no tener idea de adonde ir. Se sentía perdido y sin rumbo desde que fue casi arrastrado fuera de su hogar con una marca que le recordaría su deshonra para siempre.

El avatar fue incluso para él su última esperanza para volver a su nación.

Se sentía confundido y muy enojado, era como un fuego sin control, devorando todo a su paso.

Naerys se acercó y se paró a su lado, tomándose el tiempo de mirar el oscuro mar. No se veía absolutamente nada y fácilmente el mar te intimidaba. Recordó las palabras de su padre diciendo que el mar era traicionero y que nunca había que confiarse de él.