Mis piernas tiemblan y mi respiración se entrecorta, es una sensación opresiva que me obliga a quedarme más de cien metros alejado, retroceder y llorar a mares, haciéndome bolita con mis brazos y piernas cubriéndome el rostro, temblado en mi lugar pero al menos ahí me sentiría seguro y tranquilo, con mis pies bien plantados en la tierra.
Desde que tengo memoria... El miedo a las alturas ha sido algo que ha formado parte de mí, como un trozo de mi cuerpo que ya está bien incrustado y nunca se irá por más que trate y trate de desprenderlo, porque siempre me resulta inútil.
Tengo miedo de caer.
De morir de dicha manera.
Por eso siempre me abstengo de subir a lugares altos, donde sé que podría sentir pánico al dirigir mi mirada hacia abajo.
Soy ese amigo amargado que nunca quiere subirse contigo a los juegos mecánicos de las ferias, ese al que nunca puedes invitar a un bosque de montañas para pasar una tarde escalando, porque a los primeros pasos retrocederá.
Y eso era algo que mi novio no sabía.
Llevábamos un año saliendo y nunca le había confesado sobre mi temible fobia a los lugares altos, porque nunca habíamos tenido que estar en uno, por eso fue que él nunca lo notó. Y yo tampoco me había tomado el tiempo de contarle todos mis defectos, por simple vergüenza.
Shisui era, quizás la persona más buena con la que me había tocado estar, me amaba y yo lo amaba él, nunca quería irme de su lado, sé que a estas alturas suena como algo muy absurdo y fantasioso, un sueño casi imposible de cumplir, pero en serio me gustaría poder compartir toda nuestra vida juntos, casarnos y ser felices por la eternidad. Lo deseaba tanto, pero nunca antes se lo había dicho, por temor a que él dijera que había enloquecido.
Pero mientras pudiera me iba a aferrar a él y a nuestro amor.
Llevábamos eso de un año y medio conociéndonos, la primera vez que estuve con él fue un poco extraño y hasta penoso. Era una noche de verano en la ciudad de Tokyo, estaba en la fiesta de un amigo con el corazón roto, hecho trizas en mis propias manos, quise ir porque pensé que podría divertirme y olvidar ese mal rato, mi novia me acaba de dejar, bueno, en realidad yo la dejé, una semana antes de la dichosa fiesta la había ido a visitar de sorpresa a su apartamento, y quién en verdad terminó sorprendido fui yo, al abrir la puerta y encontrarla teniendo sexo con el que antes solía ser mi mejor amigo, los odiaba a ambos pero me odiaba más a mí mismo por ingenuo.
Observaba todo con detenimiento, siendo el aburrido de la fiesta como ya se me había hecho costumbre, estaba solo abandonado en un rincón hasta que de pronto un chico que no conocía se me acercó con la intención de animarme y hablar un poco, me invitó unos tragos y gracias a eso fue que pude contarle sobre la reciente ruptura que tuve con mi novia y los motivos del porqué la había dejado. Contarle mis problemas a ese completo extraño fue quizás lo mejor que pude haber hecho, a pesar de que durante un tiempo me sentí tan apenado por ello.
Llevábamos un año de relación y este era nuestro primer aniversario, estaba tan emocionado que no me molestó gastar todos mis ahorros para una cena romántica con Shisui. Él por su parte me regaló un collar muy bonito, y al día siguiente de nuestro aniversario me dijo que me tenía una sorpresa.
Estaba durmiendo plácidamente en mi cama cuando de pronto escuché que tocaban a mi puerta con mucha insistencia, me había quedado agotado después de la noche de ayer, pues no habíamos salido del restaurante hasta tarde, y luego nos tomamos el tiempo de vagar por la ciudad, y hasta terminamos en un sitio de baile donde no paramos de bailar hasta que nuestros cuerpos ya no pudieron más, él tuvo que llevarme casi cargando hasta mi casa. Fue una noche muy linda, reímos y nos la pasamos de maravilla, todavía tenía un suspiro del recuerdo, y no quería que nadie me lo quitara, por eso me levanté de mal humor para ir a ver quién demonios estaba tocando a mi puerta a esas horas de la mañana.
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Short stories ━━ 𝘚𝘩𝘪𝘴𝘶𝘐𝘵𝘢
FanficTal vez una cosa no puede estar relaciónada con la otra, pero pueden formar una misma cosa. Un mismo sentimiento y una misma emoción. Montaña rusa que baja y sube con cada una de sus curvas. ━One shots/ relatos cortos del ship ShisuIta ━Historias qu...