Capítulo 22

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“Toda luz pierde intensidad en algún momento, toda estrella pierde brillo y se vuelve oscura y triste”...

Apo se sentó en la enorme cama con un abrigo en la mano, el frío estaba azotando Bangkok sin piedad con el inicio de año tocando sus puertas. Su estómago estaba notablemente más grande luego de tres semanas. Antes se podía pasar como que estaba engordando, pero ahora era evidente que estaba embarazado. Los regalos para los bebés no se hicieron esperar en las festividades de navidad. Desde ropita tejida hasta juguetes les obsequiaron todos sus familiares y amigos. La madre de Mile envió una de las antiguas pulseritas de oro del alfa, era una fina cadenita con un grabado que decía Romsaithong en letras cursivas. Ella no tuvo el valor de entregarlo en persona, sin embargo, mandó a hacer otra de plata con el mismo grabado.

Apo adoró el detalle, a pesar de que no se habían limado todas las asperezas Nathanee lo estaba intentando. Apo se colocó su mullido abrigo con estampados de gatitos y lucía simplemente lindo. Mile miraba su celular con el ceño fruncido, últimamente parecía tener algo muy interesante en él, tanto así que casi no le hablaba sobre lo que sea que le estuviera molestando. Apo lo notaba taciturno, apagado y apenas sonreía.

No le gustaba esta versión de Mile, aún su relación era algo incómoda pero la mayor tensión había desaparecido. Con mano insegura Apo tocó su hombro y este se tensó ante el toque dejando su celular en la mesita de noche. El moreno se acercó más sentándose sobre sus rodillas masajeando los tensos músculos. Mile gimió adolorido, bajando la cabeza con intención de darle más acceso a las suaves manos del omega.

—¿Está todo bien?—dijo Apo en voz baja—

Mile no respondió, tiró de su cabello hacía atrás y dejó sus manos cubriendo su agotado rostro.

—¿Mile?—

Apo gateó con cuidado hasta sentarse a su lado a una distancia prudente.

—Háblame—pidió tocando su rodilla—

Mile suspiró descubriendo su rostro, observando la bonita cara de Apo mirarlo con preocupación. Quería abrazarlo, besarlo, extrañaba su calor.  Pero no hizo nada de eso, solo negó con la cabeza.

—Estoy tan cansado Po...—confesó entrelazado sus dedos entre sus piernas separadas—

—¿Es sobre el trabajo?—dijo Apo suavemente—

—Es...todo—Mile jugó con sus dedos—te extraño Po—esta vez lo miró a los ojos, estos estaban cargados de dolor crudo y lacerante—

—No me he ido a ningún lado Mile—el menor tenía un tono conciliador—

—Pero es como si no estuvieras. Te siento distante conmigo, sé que aún estás herido pero a mí también me está consumiendo Apo—

El omega guardó silencio un momento antes de hablar.

—Aún estoy herido, sí, pero te he perdonado hace mucho—confesó tomando sus manos y entrelazó sus dedos con los de Mile—tampoco ha sido fácil para mí, ¿bien?—Mile asintió comprendiendo—

Se instaló un silencio incómodo pero Mile lo rompió con voz temblorosa.

—¿Tanto asco te doy?—preguntó con ojos brillantes—¿tan despreciable soy que ni siquiera puedes besarme o abrazarme?—

—¿Qué estás diciendo Mile?—negó Apo y acunó sus mejillas—no eres despreciable ni me das asco, no hables así de tí—regañó—actuaste irresponsablemente en el pasado,me ocultaste esta parte de tu vida,pero no te odio Mile,nunca podría hacerlo—acarició sus mejillas—

Mile cerró sus ojos, presionando su frente con la de Apo. Podía sentir su aroma dulce inundando la habitación y sus suaves manos acariciarlo. El calor de su piel lo hacía sentir seguro, anclado.

Destinados// Mile Apo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora