01

3.1K 225 69
                                    






Era el día, o más bien la tarde, más fría de toda la temporada de invierno, en las noticias no paraban de hablar de la ola de frio que estaba atacando la ciudad y con una probabilidad de que durante la noche cayera la tormenta de nieve más grande dentro de los últimos 20 años, pero aparte de eso para [T/N] era un día común y corriente...nada extraordinario ni fuera de lo común...con la calefacción encendida dentro de la tienda no se notaba el frio de la calle aunque la puerta se abriera cada 2x3...lo bueno de los días como hoy era que la tienda tenía muchos clientes que compraban bebidas calientes y de paso al ver los pasteles o los panes compraban también un extra...así que [T/N] como feliz dueña de la tienda estaba sacando cuentas muy alegres mientras esperaba a que la última cliente habitual se fuera luego de tomar su chocolate caliente con malvaviscos.

—Adiós [T/N]-chan, ¡muchas gracias! — le dijo Ren-san antes de salir.

Ren-san era una mujer de unos cuarenta años que siempre iba a la tienda a comprar lo mismo desde el día uno en que [T/N] abrió la tienda ...en invierno pedía chocolate caliente con cupcakes y en verano pedía té helado con un trozo de pie de limón

—Oh, Ren-san...ten de regalo... —le dijo [T/N] sonriendo feliz ofreciéndole una caja con dos cupcakes de vainilla con glaseado —Para que los compartas con tu esposo... —agregó mientras Ren recibía con ambas manos la caja de cupcakes

— [T/N]-chan ¿de verdad? —le pregunta Ren-san sorprendida y sonrojada, feliz por el detalle que [T/N] tenía siempre con ella. Como Ren-san iba todos los días [T/N] le hacía regalos en agradecimiento por su fidelidad con la tienda y la buena compañía, siempre que iba era antes de cerrar y juntas conversaban todo tipo de temas, desde películas y libros hasta el último chisme de la farándula mientras [T/N] comenzaba su proceso de cerrar la tienda, limpiando y arreglando por aquí y por allá

—Si, por ser nuestra cliente estrella—le sonrió feliz [T/N]

—Muchas gracias [T/N]-chan, eres un sol—le dijo Ren-san feliz a la par que la campana de la puerta de entrada sonó

—Espero que los disfruten... —le dijo a modo de despedida [T/N]

—Lo haremos, muchas gracias...nos vemos mañana y no cierres muy tarde...hay un rumor en el barrio que durante la noche gente desaparece... —le dijo Ren-san con un tinte de preocupación en su voz mientras le hacía el quite a la persona que entró a la tienda—Cuídate mucho por favor, dale saludos a Haru-san—le pidió a [T/N] echándole un vistazo a la persona que entro y la miró llena de sospecha, nunca lo había visto por el barrio, Ren miró a [T/N] y le hizo un gesto preguntándole si esperaba a que la persona se fuera pero [T/N] sólo negó con su cabeza y le guiñó un ojo

—Adiós Ren-san, nos vemos mañana, me cuidare...tú también hazlo—se despidió [T/N] haciéndole un gesto de adiós con la mano para luego sonreírle al cliente nuevo que había entrado—Bienvenido, ¿en qué te puedo ayudar? —le saludó feliz [T/N]

—Buenas noches... — le saludó un hombre alto, rubio, con traje beige, camisa celeste y una corbata que a [T/N] le pareció muy particular: era amarilla con puntos negros además...el hombre usaba unas gafas de sol extrañas, a pesar de estar de noche

—Bu-buenas noches—sonrió un poco nerviosa [T/N] detrás del mostrador

—Se me hizo tarde y no pude comprar en mi tienda habitual...estoy buscando baguettes o algún pan... — le dijo muy serio revisando la tienda...pero por más que buscaba con su mirada sólo veía una vitrina llena de pasteles

Sweet OvensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora