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[T/N] estaba limpiando la tienda como siempre, hablando con Ren-san mientras ésta se tomaba su chocolate caliente cuando de pronto se abrió la puerta de la tienda y la campanita sonó

—Ya cerramos... —le dijo [T/N] volteándose para ver a Nanami, estaba un poco más serio de lo normal —Oh, Nanami-san, bienvenido...te guardé un baguette... —le dijo sonriendo [T/N], estaba ordenando los libros de la estantería

—Gracias... —le dijo Nanami caminando hasta el mesón esperando a que [T/N] lo atendiera, estaba con un poco de prisa, tenían una pista sobre la maldición que estaba creando humanos modificados, pero tampoco quería quedarse sin su pan, y ya era muy tarde...

—Bueno...yo ya me voy... —les dijo Ren-san a ambos poniéndose de pie, Nanami observó a Ren-san, era más alta que [T/N] y su cabello lacio, tez blanca y unas marcas de expresión en los costados de sus ojos almendrados, era delgada y sus dedos eran largos y finos

—Ah, espera...te tengo un regalo para ti y tu esposo—le dijo [T/N] sonriendo mientras corría hasta detrás del mesón y le embalaba dos trozos de pie de limón

— [T/N]-chan, no es necesario que nos regales cosas... —le dijo feliz Ren-san con un tinte rojo en las mejillas, claramente le gustaban las atenciones de [T/N]

—Lo sé...pero me gusta regalarte cosas... —le dijo sonriendo feliz— Así que acéptalos, por favor... —le pidió [T/N] sonriéndole feliz

—Gracias, los comeremos juntos—le sonrió Ren-san tomando la bolsa con los dos pasteles—Adiós, nos vemos mañana... —agregó

—Adiós Ren-san, dale mis saludos a tu esposo—le dijo [T/N] sonriendo, luego observó a Nanami y le sonrió—Voy por tu baguette... —le dijo [T/N] caminando hasta la trastienda

—Gracias... — murmura Nanami muy serio, era la segunda vez que veía a [T/N] regalarle pasteles a esa cliente...incluso a él le había regalado de su almuerzo el otro día y le regalaba cafés de vez en cuando sobre todo en la mañana haciendo que Haruki se molestara.... no entendía como era que una vendedora regalara sus productos a diestra y siniestra

—Ten Nanami-san — la voz melodiosa de [T/N] lo sacó de sus pensamientos

—Ah, gracias... —respondió este recibiendo la baguette envuelta que [T/N] le estaba pasando—Ten... —le dijo pasándole la tarifa

—Tu vuelto... — le dijo [T/N] mientras le pasaba el cambio

—Consérvalo... — le dijo Nanami negando con su cabeza sin aceptar el cambio de regreso, pero sin querer con un tono un poco brusco haciendo que [T/N] frunciera su ceño sorprendida, Nanami arqueo sus cejas, era la primera vez que veía a la mujer con su ceño fruncido y de alguna forma se veía atractiva

—Insisto... —le dijo [T/N] intentando pasarle el dinero

—No... consérvalo... — le dijo entre divertido y curioso, Nanami quería saber que haría la mujer

—Pues...entonces llévate este trozo de pie de limón—le dijo mientras dejaba el dinero en el mesón y sacaba un trozo de pie de limón

—No me gustan las cosas dulces—le dijo Nanami serio negando con su cabeza mientras tomaba la baguette con la intensión de salir de la tienda

—Regálaselo a esa persona que sí le gustan—insistió [T/N] sonriéndole mientras ponía en frente de Nanami el trozo de pie recién embalado, Nanami apretó sus dientes, si bien era simpática y muy amable también era muy cabezota

—No lo veo con tanta frecuencia... — le dijo Nanami como excusa sin recibir el paquete con sus manos y negando nuevamente con su cabeza

—Pues mejor aún, así lo vas a visitar—le sonrió [T/N] con su mejor sonrisa de servicio al cliente, Nanami iba a decir algo, pero la puerta de la tienda se abrió

Sweet OvensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora