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[T/N], Sukuna y Ryo estaban en el sofá, Sukuna tomando su segundo desayuno mientras veía la película que estaban viendo antes de que él llegara y Hideo bajó las escaleras con una gran caja de herramientas

— [T/A]-san, por favor vaya a revisar como quedó todo...mi hijo está terminando los últimos detalles...yo por mi parte me despido...tengo que hacer unos trámites—le dijo Hideo sonriendo, habían estado toda la mañana entre pintando y poniendo los guardapolvos, pero ya tenían todo listo...

—Oh, genial—sonrió [T/N] feliz poniéndose de pie de un salto—Muchas gracias por todo, Takeda-san—le sonrió [T/N] mientras le hacía una pequeña reverencia de agradecimiento

—Muchas gracias a usted, adiós... —le sonrió Hideo

—Lo llevo a la puerta... —le dijo [T/N], Takeda-san siempre era muy respetuoso con ella y siempre muy amable...para [T/N] le era grato hablar con él, al menos las pocas veces que entablaron una conversación ya que la gran mayoría del tiempo Haruki o Nanami eran quienes se relacionaban con él o su hijo

—Oh, no se preocupe, conozco la salida—le dijo Hideo haciendo una pequeña reverencia y caminando a la puerta, entonces Ryo tomó a Malvavisco para que no se fuera a la calle cuando Takeda-san saliera

—Iré a ver arriba... —murmuró [T/N] a Sukuna y a Ryo para luego comenzar a subir las escaleras

En el segundo piso habían instalado una escalera caracol que daba al ático

—Hey, preciosa—le sonrió Kaito al ver a [T/N] subir por la escalera y entrar al ático, al fin podía estar a solas con la chica...había tratado de buscar una oportunidad para hablar con ella y estar a solas, pero siempre era interrumpido por el hermano o el tipo rubio

—K-kaito-san... —murmuró [T/N] tratando de pasar por alto el "preciosa"—Vaya...está perfecto... —sonrió [T/N] satisfecha observando el lugar: Las paredes estaban ahora forradas y pintadas de un color gris crema color escogido por Ryo. Había un tragaluz en medio del techo, éste más las dos ventanas una a cada lado de las "paredes" daban mucha luz natural a la habitación. El suelo tenía piso flotante y la madera tenía un color natural. Luego venían los guardapolvos de color blanco hueso que hacían contraste con el gris crema de las paredes las cuales también resaltaban con el color blanco del cielo. El juego de colores y de luz natural que entraba por el tragaluz y las ventanas daban un sentido de amplitud a todo el espacio.

—Si, quedó genial... —le sonrió Kaito acercándose a [T/N] —La luz natural hace que tus ojos se vean aún más hermosos de lo que ya son... —agregó acercándose más a [T/N] quien retrocedió unos pasos a la par que Kaito se le acercaba cada vez más y más—¿Esta habitación la usarás tú, preciosa? —le preguntó Kaito viendo a [T/N] a los ojos mientras tomaba un mechón de cabello para olerlo

—Uhm... —murmuró nerviosa [T/N], no le gustaba la cercanía que Kaito estaba tomando y tampoco le gustaba el tono que él usaba con ella, ni que le dijera preciosa a cada rato ni como la miraba...era como si le estuviera sacando la ropa con la vista y eso la ponía nerviosa...aunque más que nerviosa hacía que su estómago se revolviera un poco...comenzó a sentir nauseas al notar la cercanía forzosa que estaba teniendo con él y de pronto sin darse cuenta sus respiraciones ya estaban mezclándose y él tenía su rostro muy cerca del suyo...había tomado su rostro con sus manos y lo acercaba peligrosamente al suyo...entonces [T/N] apretó sus labios, realmente no estaba cómoda pero tampoco sabía cómo salir de esa situación...Haruki tenía razón siempre se metía en la peor de las situaciones porque no sabía cómo cuidarse sola...comenzó a sentir que sus ojos se llenaban de lágrimas de desesperación porque no sabía cómo reaccionar hasta que de pronto alguien los interrumpió

Sweet OvensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora