Llora, llora corazón

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Inkerror - feel/fluff - yaoi

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Error estaba cansado.

Lágrimas caían de sus ojos, demostrando que no estaba a gusto con su situación.

Con su relación.

Con la distancia.

Seca sus lagrimas mientras se dirige al baño a lavarse la cara, pero estas no dejan de salir y descender, mezclándose con el agua.

Llorar es para débiles.

Se repetía mentalmente con la intención de que las lágrimas paren, pero en el fondo sabe que no es cierto.

¿Cómo llegó a terminar así?

Siente como su salud mental y su energía se va por mantener una relación en la que solo él pone de su parte

Una relación que lo hace sufrir.

Trabajos y viajes que repletan a su pareja.

"—Pediré un compañero, así podré pasar más tiempo contigo—"

Al final, no aceptaron la petición y no insistió, pues él es quien gana más entre ambos y lo que menos necesitan es que lo despidan.

Tomó su teléfono y llamó a un número agendado como "Kiky".

Timbró, demoró un poco, pero contestó.

—¡Ruru! ¿Cómo estas? ¿Comiste?—

Sintió una corriente que lo revitalizaba de solo escuchar esa voz.

—Kiky, estoy bien y no, pensaba en pedir a domicilio— respondió Error de forma tranquila —¿Y tú?¿Cómo van las cosas allá?—

—Bien y un poco estresante, ir de un lado a otro, ya sabes, pero pude mirar los alrededores y...espera traigo mi libreta— 

Después de decir eso, se escuchó como dejó el celular sobre una superficie sólida, una mesa quizá.

Error rió al escuchar a su pareja buscando su libreta y quejándose por no encontrarla.

Aunque la risa duró solo unos minutos ya que Ink sí encontró la libreta.

—¡Lo tengo! uff bien, te quería decir quee— Dijo alargando la "e" mientras busca entre las hojas —Encontré un restaurante de comida variada y hay postres igual de variados—

— ¿Ah sí?—

—Síp, sonde esos que crees que sus precios son elevados, pero al probarlos te das cuenta que lo valen, tienen una torta con diferentes tipos de chocolates y también comida deliciosa, ¿Qué te parece?

—Se oye genial—

—Bien, va a la lista de posibles lugares para ir en tu cumpleaños—

Se escuchaba tan animado, mantuvieron su conversación, pero se vieron interrumpidos por un toque en la puerta al otro lado de la línea.

—Un momento— dijo Ink mientras muteaba su micrófono.

Ya sabía lo que pasaba al otro lado de la línea, no es un secreto entre ambos, sabe que es su jefe, probablemente para decirle que ya van a acabar el viaje o que se quedarán más tiempo en el lugar, solo es cuestión de suerte.

Rezaba al ser superior que tiene por Dios para que Ink regresara de una vez.

"—Uno de los socios no está de acuerdo con la clausula 23, tenemos que quedarnos más tiempo—"

Un mundo de música al azar (Sanscest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora